Lo que diga el dedito de Trump

No es lo mismo la Doctrina Carranza que carrancear la esperanza

Una de las máximas recurridas por el presidente López Obrador, para justificar su renuencia a viajar el extranjero, es la que reza lo siguiente: la mejor política exterior es la política interior.

Sin embargo, los acontecimientos indican que el sentido podría ser a la inversa: la mejor política interior es la política exterior.

Lo anterior viene a cuento, por lo que declaró el flamante presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, después de un encuentro con Marcelo Ebrard, respecto de la nueva caravana de inmigrantes hondureños que busca llegar a los Estados Unidos:

“Hoy en la conversación con el canciller le hicimos la pregunta sobre esa caravana. El gobierno mexicano nos advirtió que no los va a dejar pasar y que va a utilizar todo lo que esté en sus manos para impedir que pasen”.

Así las cosas, ya se volvió hábito que para enterarnos de asuntos nodales de nuestro país, la información venga del extranjero, ahí están el tema de las ‘letras chiquitas’ del T-MEC, la salida de Evo y ahora la política antiinmigrantes.

Ni hablar, en este caso, el orden de los factores, si altera el derecho de asilo.