Pese a todo… el PRD está de pie

2015-11-11

El PRD tiene un presente muy claro y una condición propia bien definida, sabe que al día de hoy, para las elecciones del 2016, no tiene posibilidades de ganar ninguna gubernatura… pero sigue de pie. La salida de Andrés Manuel les dolió, les quitó miles sino es que millones de votos, los debilitó… pero el PRD sigue allí. El haber participado en el Pacto por México los expuso al escarnio y los debilitó ante la opinión pública que los encasilló dentro de la “Mafia del poder”… pero sobrevivieron, y siguen allí.

Hoy se juegan no sólo posiciones, territorios y espacios, se juegan el mantenerse vivos como tercera fuerza electoral. Pero el costo que deberán pagar por esto, de no ser bien calculado, podría resultarles catastrófico. El nuevo líder nacional perredista, Agustín Basave, entiende que la primera opción sería aliarse con las izquierdas y sólo en casos excepcionales, con la derecha. Pero da la casualidad que las izquierdas le dan la espalda al Sol Azteca y no tienen intenciones de aliarse. AMLO los manda cada vez que quiere al diablo. Dante sencillamente los ignora. El PT es un partido en el limbo. La izquierda sabe que el PRD está lastimado y no quieren ser ellos los que les curen las heridas. En el horizonte sólo queda una tabla de salvación, voltear al otro lado y perder la esencia ideológica. Buscar asilo en una coalición “impensable” pero que se ha ocupado en demasiadas ocasiones como para pensarla imposible. El PAN parece ser su salvavidas… pese al riesgo de perderse en el abismo de la ignominia popular, y ese es el costo que podrían pagar.

Hoy, la coalición PAN-PRD (en ese orden) no es lo ideológicamente lo óptimo para el PRD, pero es lo único. De no ir en coalición no sólo no ganarían ninguna gubernatura, también perderían innumerables bastiones perredistas en diputaciones y alcaldías –en los Estados donde también eso está en juego-. En Veracruz, en las últimas elecciones el PRD ganó solo un distrito, el de Poza Rica, pero no sólo lo ganaron por haber impulsado un buen candidato y la repulsa popular al gremio petrolero que tenía la franquicia política, sino también por los pésimos operadores políticos que envió el PRI. Sin esas circunstancias se hubieran ido en blanco y estarían hoy, literalmente, borrados del mapa.

Al PRI no le conviene la coalición, eso es innegable. ¿Para qué tener un escenario complicado pudiendo tener uno más a modo con un voto atomizado? Por eso la apuesta a que el PRD volverá a traicionar, a que a la mera hora será este partido quien dejará colgados a los panistas, por eso el sobrevuelo a los alcaldes perredistas. En poco tiempo, en los hombros de los perredistas estará cargar por siempre con el estigma de Pedro, negando antes que cante el gallo, dejando colgados de la brocha a los panistas, o decidirse a morderse un… orgullo, y aceptar doblar las manos para salvar los votos. El PRD local traiciona, el PRD local se vende, el PRD local no tiene palabra, el PRD local es rojo, el PRD local no trae nada; son los estigmas que conviene al PRI colgarle.

Ante este escenario, pese a lo complicado, los perredistas lo están viendo con decisión, le están entrando de frente a su realidad y con la conciencia que valdrán más los designios de su Consejo Nacional que los intereses de las tribus locales. Rogelio Franco Castán, líder estatal del PRD, se reunió este martes 10 de noviembre con la Asociación de Periodistas Veracruzanos (APEVER “Noé Valdés”) y dijo que no hay diferencia de opinión con Agustín Basave, que están en sintonía con el líder nacional y que no le están pidiendo nada al PAN, que llegarán a una coalición en la que ambos partidos aportarán fuertemente y aportando votos. “Nosotros no le estamos pidiendo pluris al PAN… lo que estamos pidiendo son territorios pues vamos a ir a competir. Lo que no hay son pactos con el Gobierno. Nosotros (los perredistas) no estamos negociando para bajarnos, le estamos entrando con seriedad y madurez”, comentó Rogelio a los más de veinticinco periodistas, columnistas y dueños de medios de comunicación allí reunidos.

Franco, habló como su apellido, con franqueza, o cuando menos así se percibía al doblar y machacar con los dedos la tapa de su pluma. Aseguró que es la segunda vez que está al frente de su partido. La primera fue cuando tenía veintinueve años y reconoció que le faltó madurez. Hoy esa madurez lo llevó con nervios a nadar entre tiburones del periodismo, pero con madurez se fue impostando conforme pasaban los minutos. Se presentó como un líder de partido de oposición, en su papel, pero no de un opositor estridente, sino como de una oposición que, a su decir, considera que es momento del cambio y la alternancia. El llamado lo hace no solo a la sociedad sino a los demás partidos para formar un Frente Amplio Opositor.

El PRD está centrado en su realidad. Sabe que a los alcaldes que ya han desertado y se han incorporado al PRI, podrían sumársele aún más. Una raya más al tigre ¿Qué más da? Hoy reman contra la corriente. Tienen un tremendo boquete que se llama AMLO. Están desacreditados ante la sociedad como la opción de izquierda. Tienen pocos bastiones y los que tenían les están haciendo agua. Frente a los aspirantes panistas a la gubernatura no tienen un gallo que les pueda competir en las encuestas. Tendrán que ceder la candidatura a Gobernador. Cargan con el estigma de Judas y Pedro (pese a que Rogelio diga que la realidad es distinta, pero así es la opinión pública). Las izquierdas no los quieren. Solo les falta que les crezcan los enanos. Pero, pese a todo… siguen de pie.

El 2016 podría ser el último barco para el PRD antes del fatal hundimiento, pues como opina el Senador Miguel Barbosa, “si hubiere coaliciones con el PAN, esta nueva dirección estaría cometiendo el último error en la vida del Partido”. Cierto, el riesgo existe. Como partido estarían desdibujándose cuando menos en Estados como Veracruz. Pero salvarían la franquicia, y al final, para el 2018 podrían revivir de entre sus cenizas y tal vez, solo tal vez, podrán decir… sigo aquí, y sigo de pie.

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