Un fiasco Brasil, lo echa Paraguay de Copa América
El portero Justo Villar es la figura de Paraguay en el triunfo sobre Brasil, que no anota un gol, ni en la tanda de penaltis
Deportes
- 2011-07-18
Sucede de nuevo en la Copa América. En los cuartos de final, el futbol ha dejado de ser de 90 minutos y ahora se juega a 120 revoluciones. Desde los 11 pasos, como en el Argentina-Uruguay, Paraguay (2-0) rompe con la lógica futbolera y otro grande, Brasil, queda extinto del loco certamen continental, que tiene a los dos gigantes fuera de las semifinales.
Aún sin recordar la plasticidad de sus antecesores, Brasil luce más hecho, más sólido que su oponente. El problema es que el cuadro guaraní emplea la misma fórmula de la que emerge Uruguay frente a Argentina en pro de alargar y guiar hasta su última instancia la batalla.
Así como Fernando Muslera crece y aplaca a la ola albiceleste, en Santa Fe, Justo Villar sobresale enseguida de los pocos descuidos que tolera su línea defensiva. En esas labores, dos viejos conocidos del futbol mexicano levantan la mano en el 11 titular paraguayo. En la banda derecha, Darío Verón cierra filas con Paulo da Silva, mientras Alcaraz y Torres complementan la parte baja guaraní. En la recuperación, Vera, Cáceres y Estigarribia se hacen uno, apenas para alejar el esférico de la zona caliente. Riveros –otro “ex mexicano”—, saca agua, pero Haedo y Lucas Barrios están muy solos adelante. Imposible levantar el barco a la ofensiva.
La otra cara, la de Brasil, parece una locomotora, que a veces camina y de pronto se apaga. Maicon, Lucio, Thiago y André Santos compaginan una impasable muralla, reforzada con Ramires y Lucas Leiva, capaces de limpiar el camino para la explosión creativa de Robinho, Ganso y Neymar, que procuran en punta a Pato.
“Hoy tenemos Pato y Ganso pa’ comer...”, se engallan los porristas paraguayos, mayoría en las repletas butacas del estadio Único de La Plata.
La danza ofensiva de la verdeamarelha deja constancia de la superioridad, que en el trámite, sólo se refleja gracias a la posesión del balón, no así en el marcador. Neymar, al minuto 27, cruza de más su tiro y luego, de rodillas pide perdón por la pifia. Lucio, 32’, a boca de gol, estrella en los pies de Justo Villar, cuya actuación crece con el correr del cronómetro.
En el segundo tiempo, la ofensiva brasileña se destapa. Un nuevo ensayo de Neymar rebota en una pierna guaraní (48’); Ganso remata potente a primer poste, pero Villar desvía con las uñas (67’); Justo repite otro lance heroico a boca de gol frente a Pato (72’) y enseguidita de una magistral maniobra de Robinho (81’), Pato se vuelve a topar con el arquero paraguayo, sólo que esta vez, le favorece el rebote, con tan mala suerte que su contrarremate de cabeza estremece las redes... pero por fuera.
Y cuando al fin, Fred, en calidad de refresco por Neymar, supera la estirada de Villar, Nelson Haedo, en labores defensiva, salva con la cabeza sobre la línea.
Una gresca en los tiempos extra deja a ambos cuadros con 10 hombres. Lucas Leiva y Antolín Alcaraz son expulsados por el silbante argentino Pezzotta –quien curiosamente pita el final de cada lapso a la vez que se produce algún contragolpe guaraní—. Es el aderezo, previo a los tiros de penalti.
Y tal cual lo predice Larissa, Paraguay gana 2-0, en pentaltis a Brasil. Elano, Thiago, André Santos y Fred fallan sus intentos. Estigarribia y Riveros anotan. Pero el impasable Villar es el héroe del partido, como un día antes lo fue Muslera.