+ Vehículos pertenecientes a las fuerzas de Muammar Gaddafi estallaron tras una ataque de la coalición.
+ El líder libio afirmó que no cedería contra los rebeldes y daría una larga batalla para mantener el orden.
Internacionales
- 2011-03-20
Los aviones de la coalición internacional bombardearon nuevamente el domingo las fuerzas militares del líder libio Muammar Gaddafi, quien por su lado prometió una larga guerra.
"Nosotros somos los victoriosos, ustedes los vencidos. Jamás abandonaremos el campo de batalla pues defendemos nuestra tierra y nuestra dignidad", dijo el líder libio en un mensaje sonoro, el segundo desde el sábado, cuando inició la operación militar internacional, lanzada en virtud de la resolución 1973 de la ONU.
Gaddafi, en el poder desde hace casi 42 años, aseguró que no cedería ante la ciudad en poder de los insurrectos y que el Gobierno había abierto depósitos de armas a todos los libios, quienes ya estaban provistos de armas automáticas, morteros y bombas'.
Las fuerzas de la coalición liderada por Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña prosiguieron el domingo la operación militar "Odisea al amanecer".
Al menos 18 aviones estadounidenses, entre ellos tres bombarderos furtivos B2, atacaron objetivos en Libia el domingo al alba, declaró Kenneth Fidler, portavoz del US Africa Command en Stuttgart, Alemania, cuartel general estadounidense que coordina la intervención en Libia.
Por su lado, el almirante Michael Mullen, máximo oficial estadounidense, declaró que esta primera fase de ataques aéreos es un éxito y permitió instaurar una zona de exclusión aérea.
Mullen aseguró que las tropas leales a Gaddafi ya no avanzan hacia Benghazi, feudo de la rebelión.
Decenas de vehículos militares de Gaddafi, entre ellos tanques, fueron destruidos el domingo por bombardeos aéreos al oeste de Benghazi, indicaron rebeldes.
El Ministro Británico de Finanzas George Osbone afirmó que se han tomado precauciones para evitar víctimas civiles durante los bombardeos.
La madrugada del domingo, un bombardeo aéreo tuvo como objetivo Trípoli, y la defensa antiaérea desplegada en la capital, especialmente en la casa cuartel del líder libio en Bab Al Aziziya.
Hombres armados retienen a la tripulación de un barco italiano, compuesta por ocho italianos, dos indios y un ucraniano, en el puerto de Trípoli, cuando desembarcaba a trabajadores libios, indicó el domingo la prensa italiana.
La Liga Árabe, que el sábado apoyó la intervención militar, este domingo criticó a la coalición internacional al considerar que se aparta del objetivo que es imponer una zona de exclusión aérea.
'Ataques son un malentendido'
Los ataques a Libia son un gran malentendido sobre la situación política del país, que sin embargo no tomará represalias contra aviones comerciales en el Mediterráneo, declaró Seif al Islam, uno de los hijos del dirigente Muammar Gaddafi, en una entrevista con la cadena ABC.
Indicó que el único objetivo del líder libio es ver cómo ayudar a Libia, especialmente en Benghazi.
"¿Porqué debería mi padre dar un paso al costado? Hay un gran malentendido. Todo el país está unido contra la milicia armada y los terroristas".
"Nuestra gente fue a Benghazi para liberar a Benghazi de los pistoleros y de la milicia armada", justificó, al aludir al bastión de los rebeldes en el este de Libia.
"Si ustedes, si los estadounidenses quieren ayudar al pueblo libio en Benghazi (...), vayan a Benghazi y liberen a Benghazi de la milicia y los terroristas".
Pide Papa seguridad para civiles
El Papa Benedicto XVI exhortó a gobernantes y jefes militares que consideren la seguridad de los civiles libios y garanticen el acceso de éstos a la ayuda humanitaria de emergencia.
En sus primeros comentarios públicos del conflicto, Benedicto XVI dijo que el estallido de las hostilidades ha causado gran temor y alarma y afirmó que oraba por la paz en la región.
El Vaticano ha estado notablemente callado ante el aumento de las tensiones en Libia y la decisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas de autorizar el uso de la fuerza militar para detener la represión de Muammar Gaddafi.
Esta situación contrasta con la ocurrida hace ocho años en la etapa previa a la guerra de Irak, ya que el papa Juan Pablo II manifestó su oposición firme a una acción militar encabezada por Estados Unidos y en su intento por impedirla envió a un representante a Washington