La ONU admite caso de joven mexicano y español desaparecido en Veracruz

Los militares golpearon a Carmelo Cervantes de Anda a pesar de que les pidió que no lo hicieran porque estaba mal del corazón, según testimonio de Julián, a quien tiraron con el vehículo en marcha después de haberlo molido a golpes. Apareció con vida en un terreno baldío la mañana del 3 de agosto y vive hoy en el exilio.

“Según la información disponible, los vecinos del apartamento del cual fue sustraído habrían presenciado la participación de militares en el operativo, pero prefirieron mantenerse en el anonimato por temor a represalias”, dice el comunicado del Comité de Desaparición Forzada de Naciones Unidas que acaban de recibir Adela de Anda, madre del joven desaparecido, y su abogada.

El comunicado de la Comité de Desaparición Forzada, que forma parte de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, confirma la activación de un “procedimiento de acción urgente” con una nota al estado mexicano para que busque y localice al joven desaparecido. En ella, el Secretario General de Naciones Unidas le transmite al Representante Permanente de México ante la Oficina de la ONU la petición de acción urgente por el caso del joven mexicano de acuerdo con el artículo 30 de la Convención para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.

Parte del comunicado resume la versión que se conoce sobre la desaparición del joven Cervantes y que mantiene el caso sin respuesta por parte las autoridades mexicanas y del gobierno español, que se limitó a responder con un acuse de recibo a una carta que la madre de Cervantes envió al rey Felipe VI y después con una carta de un cónsul español en México que instaría a las autoridades a esclarecer el caso. El silencio posterior sobre una cuestión judicial y política que afecta a otro país podría guardar relación con la estrechez de las relaciones diplomáticas y comerciales entre México y España en los últimos años.

Caso de desaparición forzada

Antes, la madre y su abogada habían presentado el caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, donde se encuentra en fase de admisibilidad. Al ver que no avanzaba, decidieron recurrir a Naciones Unidas y explorar la vía de la desaparición forzada en instancias internacionales.

En su opinión, el caso reunía las condiciones para ser calificado como desaparición forzada al tratarse de desapariciones sistemáticas y generalizadas en el estado de Veracruz.

Consideran que detrás de los operativos militares como el que hizo desaparecer a Cervantes hay una “limpieza social” encubierta y dirigida, sobre todo, contra los jóvenes para sembrar el terror, para controlarlos y evitar que se movilicen. Una juventud amenazada estará más preocupada por sobrevivir que por pensar y por defender sus derechos. Al afectar a toda una comunidad, muchas de estas actuaciones militares y policiales podrían calificar como delitos de lesa humanidad.

El comunicado "no obliga" al estado mexicano

La familia del joven desaparecido conoce el carácter no vinculante para gobierno de México y para el estado de Veracruz del documento que envió el Comité de Naciones Unidas, que se limita a solicitar de forma urgente un informe sobre el paradero del joven desaparecido. Si no funciona, podría solicitar la participación activa del comité para que abra una comisión encargada de investigar este caso de desaparición forzada a fondo.

La petición del comité de Naciones Unidas responde al derecho a la verdad que tienen Adela de Anda y su familia, sin perder de vista las dificultades para llegar al fondo de un asunto que implica a poderes del estado y a las políticas de Javier Duarte, quien fuera gobernador de uno de los estados con cada vez mayor descomposición social.

La madre de Cervantes y su familia han luchado durante años contra el silencio de unas autoridades que apenas han dado seguimiento a la investigación que abrió la Procuraduría para conocer los hechos que, de acuerdo con los testigos, implicarían a cuerpos militares y de la policía. Resultan inciertas las perspectivas de respuesta por parte del estado de Veracruz y de México, donde el aumento de la violencia va de la mano con el miedo a denunciar.

A pesar del miedo y del dolor por las pérdidas, personas como de Anda se han unido en organizaciones como Solecito de Veracruz. Desde la soledad de su sufrimiento, madres y familiares buscan a sus desaparecidos con el apoyo de otras víctimas y profesionales implicados en este movimiento de solidaridad y de empatía.