El gobierno nipón prohibió la distribución de ciertos productos procedentes de Fukushima y tres provincias colindantes
Internacionales
- 2011-03-21
Japón prohibió hoy la distribución de algunos alimentos procedentes de Fukushima y tres provincias colindantes, tras detectar que están contaminados por la radiación procedente de la planta nuclear dañada por el devastador terremoto del día 11.
Mientras en la central nuclear 1 de Fukushima (Daiichi) continúan sin tregua los esfuerzos para controlar la temperatura de sus reactores, la radiactividad en la zona se ha extendido a algunos alimentos como la leche, las espinacas o una verdura local similar conocida como "kakina".
El descubrimiento desató la alarma entre los consumidores pese a que el Gobierno insiste en que el nivel de radiación, si bien está por encima de los límites legales, no es dañina para la salud excepto si los alimentos se consumen de forma prolongada.
Como medida "de precaución" se restringió hoy la distribución de leche, espinacas y "kakina" procedente de Fukushima, y en las provincias vecinas de Ibaraki, Gunma y Tochigi se limitó la venta de estas dos últimas verduras.
El ministro portavoz, Yukio Edano, instó a los ciudadanos a no caer en el pánico y actuar con calma y aseguró que los productos que ya salieron al mercado "no van a causar ningún daño a la salud de los consumidores".
Las medidas son temporales y su duración dependerá de lo que dicten las mediciones de radiación, dijo Edano, que subrayó que ahora lo prioritario es "solucionar la situación en la planta nuclear".
Los problemas con los reactores de la central de Fukushima 1, cuyo sistema de refrigeración quedó dañado por el terremoto y el tsunami de hace diez días, no ceden y obligan a medir a diario en toda la zona los niveles de radiactividad, que según el Gobierno no han aumentado.
Los controles han detectado la existencia de sustancias radiactivas en el agua de nueve provincias, incluida Tokio, la capital, aunque también en este caso las autoridades insisten en que los niveles están muy por debajo de los límites y no representan peligro.
La única excepción se da en la propia provincia de Fukushima, donde las autoridades recomiendan no beber agua corriente.
La contaminación en los alimentos se perfila como un serio revés para los agricultores, aunque el Gobierno japonés dejó ver hoy que habrá indemnizaciones para aquellos afectados y aseguró que tomará medidas para evitar que los precios se disparen.
Ahora, la principal preocupación es poner bajo control los reactores de Fukushima, especialmente las unidades 2, 3 y 4, a través del vertido de agua para enfriarlas y del restablecimiento del suministro eléctrico.
A primera hora de hoy se retomó el lanzamiento de agua al reactor 4, cuya situación sigue siendo seria pero ha mejorado en las últimas horas, según el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Los helicópteros de las Fuerzas de Auto Defensa (Ejército) han comprobado que en la piscina que almacena las barras de combustible de ese reactor todavía quedaría agua que, según expertos consultados por la televisión pública NHK, estaría a unos 42 grados centígrados.
La temperatura normal es de entre 30 y 40 grados, por lo que es muy importante que continúen las inyecciones de agua para evitar el sobrecalentamiento, según los especialistas.
Los operarios sufrieron hoy además varios sobresaltos al detectarse humo en las unidades 2 y 3; en el primer caso, la zona del reactor fue evacuada temporalmente, aunque la alarma cesó al comprobarse que el humo remitía y la radiactividad no había aumentado.
También en el reactor 3, que se cree tiene el núcleo parcialmente fundido, se detectó una columna que en un principio se temió fuese humo del combustible atómico, pero que TEPCO indicó más tarde podría ser simplemente vapor.
Un portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón, Hidehiko Nishiyama, dijo que mientras se investiga el origen del humo se han detenido los esfuerzos para tratar de restablecer la electricidad en esas unidades.
Se esperaba que hoy llegase electricidad al reactor 2 para reactivar su sistema de ventilación y algunos aparatos, como los que miden la presión y temperatura del reactor, pero ahora la operación se retrasará al menos un día, según el portavoz.