El sonido de un claxon es motivo de esperanza o una alerta para Aurelio, ya que puede ser una oportunidad de lograr una venta o un conductor está a punto de arrollarlo mientras intenta vender sus productos de madera en las calles de esta ciudad porteña del sur de #Veracruz.
Con paso limitado, por su avanzada enfermedad motriz y visual, incluso problemas de audición, este artista de la madera, desde hace más de seis décadas, no se vence a salir todos los días para ofertar sus productos, ya que el oficio de la carpintería, es su único modo de sobrevivir.
Con baleros tallados con sus propias manos, los cuales asegura sigue construyendo para que no se pierda este tradicional juguete, recorre desde la colonia Tierra y Libertad varias cuadras hasta las avenidas principales, en busca de obtener una venta que le permita el sustento diario.
Servilleteros y hasta toalleros, que incluso le merman aún más su andar, Aurelio no siente el temor del #Covid_19, ni se enoja de la política actual, sino por el contrario, con pocas palabras solo te desea una bendición al adquirirle una de sus piezas.
Antes de despedirse, este artesano callejero tomó sus monedas, y las guardó celosamente en uno de sus bolsillo; y miró al cielo haciendo una pequeña plegaria, ya que aseguró la vida es como un malabar; en dónde puedes ganar hasta cien veces o perder en el primer intento.