Con la llegada de los españoles, encabezados por Hernán Cortés, la historia de México dio un giro total. Ellos llegaron a colonizar a los indígenas que vivían en el territorio que hoy se conoce como México, además de adoctrinar con una religión, cambiar las costumbres e incluso, cambiar el idioma.
Los españoles llegaron al país en 1519, y el primer lugar al que llegaron fue a Veracruz, en donde Hernán Cortés mandó a construir una casa y una iglesia. Aunque parezca increíble, esa casa sigue de pie en el municipio de la Antigua, en ese estado emblemático de la República Mexicana.
Dicho municipio se llama así, porque en 1600, el virrey de la Nueva España se dispuso a fundar la ciudad de la Nueva Veracruz, por lo que, a partir de ese año, se empieza a conocer como la “antigua Veracruz”, o “vieja Veracruz”, en contraste con la nueva ciudad, conservando ese nombre hasta el siglo XIX, cuando se abrevia a solo “La Antigua”.
Se dice que esta fue la primera ciudad fundada por los españoles a su llegada a tierras mexicanas, en todo el continente americano. Aquí, Cortés tuvo su primera casa, la cual fue creada por indígenas totonacas, quienes utilizaron piedra volcánica, tabique, coral, baba de nopal, ostión y caracol, además de concha de mar, cal calcinada y miel. Dicha casa se encuentra a un costado de la parroquia del pueblo, y es fácil distinguirla por su antiquísima fachada, prácticamente en ruinas, y envuelta por ramas y raíces de árboles y vegetación, la cual invade todo el espacio del hogar.
Pese a que la fachada se encuentra totalmente deteriorada y sin techo, resulta increíble que tanto la noria como el horno de pan parecen intactos, a pesar del tiempo que ha transcurrido: casi 500 años desde su edificación. La casa fue construida en 1525 y se mantuvo hasta 1609 la construcción original.
El patio exterior de la casa de Cortés ha sido reconstruida, porque el edificio se encontró en abandono mucho tiempo, y se quedó sin techos, vigas, alfardas, dinteles, puertas y ventanas. En tiempo de la Independencia de México, de 1810 a 1821, funcionó como habitación y panadería del ejército insurgente.
En el lugar también es posible encontrar un cañón, procedente de uno de los trece baluartes de la ciudad amurallada, y Puerto de Veracruz, que en el Porfiriato fueron traídos y puestos dos de ellos frente a la estación del ferrocarril La Antigua, al lado de la ex Hacienda San Vicente, hoy José Ingenieros, y en su avance hacia el sur el río La Antigua con el tiempo quedaron expuestos.
La Casa de Cortés se encuentra a tan solo unos minutos de la ciudad de Veracruz, y es uno de los ayuntamientos más antiguos de México. Tiene calles empedradas, casas de madera con lámina, y algunas construidas a base de concreto, La Antigua representa gran parte de la historia de México.
En ese mismo lugar se encuentra La Ermita, que es la primera iglesia que se construyó en el continente americano, la cual fue construida entre 1524 y 1525. Tiene arquitectura de tipo español, con espadaña para tres campanas y su atrio en el que se ven las catorce estaciones del Vía Crucis. En La iglesia se encuentra una pila bautismal labrada por indígenas hecha de piedra volcánica y de una sola pieza.
A la fecha, la casa de Hernán Cortés posee una arquitectura española andaluz, y es una hacienda realizada a base de coral, como muchas de las construcciones en Veracruz. La Antigua llegó a ser habitada por 200 españoles y más de 600 esclavos africanos; tenía casa real, iglesia, dos monasterios y un hospital. El tráfico mercantil entre la Nueva España y la península ibérica se realizó a través de La Antigua durante casi 75 largos años.
