Entrevistado al término de la presentación de su libro “Por Una Democracia Progresista”, en la Universidad Veracruzana, Cárdenas Solórzano compartió su visión sobre el México del siglo XX y hacia dónde va el del XXI, y cómo ha avanzado a lo largo de los años en su historia política.
“¿Qué ha pasado? Que los intereses contrarios a un cambio democrático, un cambio humano al final de cuentas, pues han sido mayores en este momento en el terreno de la política, sobre todo”, expresa el también exgobernador de Michoacán.
Sobre qué se debe hacer, en este sentido, enfatiza: “yo creo que hay qué seguir insistiendo, seguir picando piedra”.
Subraya: “¿Cuáles son nuestras propuestas? ¿Hacia dónde queremos caminar? ¿Qué es lo que no nos parece de la situación actual? ¿Qué es lo que queremos modificar y cómo queremos modificarlo? Creo es lo que debemos seguir insistiendo”.
No obstante, señala tajante: “Yo personalmente no creo en los partidos políticos actuales; los veo muy, muy disminuidos, los veo sobre todo sin propuesta; no le están ofreciendo nada el ciudadano que no sea el nombre de los dirigentes”.
“Veo los nombres de los personajes, no veo que nos estén diciendo ‘vamos a proponer una política de crecimiento económico en estas condiciones’; no veo que estén diciendo ‘para disminuir la desigualdad habría que hacer tal o cual cosa'”.
“La gente que está en la política debe presentar propuestas”, enfatiza.
MI PADRE NO ERA MILITARISTA
En su exposición ante decenas de invitados, Cárdenas Solórzano toca el tema de la delincuencia organizada y la militarización del país, y se le cuestiona en la entrevista al respecto…
–Usted planteaba en la presentación de su libro que no se militarizara el estado, me llama la atención porque su padre fue general del Ejército…
–Pero no fue militarista…
–¿Tenía otra visión distinta?
–Yo creo que los revolucionarios de aquella época, y yo diría incluso de los que vienen desde los años 20, desde el Constitucionalismo y el Villismo, no eran militaristas. Fueron militares por necesidad, por accidente, y además creyeron en la necesidad de un Ejército que cumpliera con lo que es fundamental para el país: cuidar, preservar la integridad del país, conservar el que no se afecte la soberanía, pero en ningún momento se le dijo al Ejército que iba a ser policía. La policía tiene muy respetable, funciones muy concretas, muy específicas, que son muy diferentes a las que tiene el Ejército, Marina o Aviación.
Se le cuestiona si las fuerzas armadas no serían las únicas capaces de combatir a la delincuencia organizada, pero el “inge” ataja:
“Bueno, yo pregunto si tener 20 años encomendados a las fuerzas armadas en el combate a la delincuencia han dado resultados positivos. Yo creo que se han estado tomando medidas desde que se metió al Ejército en estas cuestiones repetidamente, sexenio tras sexenio, y los resultados siguen siendo los mismos: totalmente insuficientes”.
Sobre este tenor, se le pregunta de los riesgos que tiene el Ejército de sucumbir ante la corrupción (por ejemplo, del narcotráfico) al estar a cargo de las aduanas, puestos y aeropuertos…
“Eso de que a todos se fueran a contaminar, no. Desde ningún punto de vista. Yo creo que hay mucha fortaleza en todos los cuerpos institucionales del país, militares y no militares. Yo diría que las manzanas podridas son muchos menos que las buenas, pero esas hay que excluirlas”.
SOBRE LAS DESAPARICIÓN DE LAS PLURIS
Por la mañana de este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador daba a conocer en su conferencia “mañanera” que presentará su Reforma Electoral, en lo que destaca la desaparición de las diputaciones plurinominales, las que no son votadas, sino designadas en actores políticos relevantes de cada partido.
–¿Usted qué opina, ingeniero?
–Es un tema que habría qué debatir. Yo creo que la integración de la Cámara con dos tipos de representación resulta sana democráticamente, pero si fueran sólo uninominales o fuera francamente un sistema parlamentario en lo que hace al Congreso, me parece que pueden ser medidas razonables. Yo no me opongo a ninguna forma, siempre y cuando se respeten los votos.
–¿Estamos ya en el momento del surgimiento de otro Frente Democrático Nacional?
–Yo creo que estamos en la necesidad de un profundo cambio económico, social y político. ¿Quién lo dé? Eso sí no lo sé. No se repiten mecánicamente en la historia.
Se le cuestiona sobre la llegada de la oposición al poder como una especie de utopía y nuevamente ataja sobre cuando llegó el PAN al poder: “¿a ti te pareció excelente?”.
Y señala: “El cambio solamente por el cambio no representada nada; cambias para bien o cambias para mal”.
–¿Y si se llegara a concretar otro Frente Democrático Nacional estaría usted dispuesto a participar?
–Según lo que proponga el Frente Democrático Nacional.