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En su tránsito del centro del país a las playas y zonas arqueológicas de Veracruz, los vacacionistas en busca de descanso, tienen que formar filas de tres kilómetros de largo y esperar más de dos horas para poder pasar las casetas de peaje.
La mayoría de los visitantes provienen de Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Ciudad de México, Estado de México, Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas y Tabasco, informó el secretario de Turismo, Iván Martínez Olvera. Pero conforme se adentran a territorio veracruzano, atraviesan un verdadero viacrusis.
Antes de poder tomar el sol en la playa, disfrutar de los paisajes y la gastronomía, los más de un millón de vacacionistas que se esperan arriben en esta temporada enfrentan carreteras concurridas, filas eternas en las casetas de peaje, en medio de las altas temperaturas.
Si bien existen diferentes rutas que pueden elegir los automovilistas para llegar al destino turístico de su preferencia, dentro de ellas la libre, la elevada concurrencia de turistas deseosos de visitar la playa tras dos años de precauciones por la pandemia, causa que el tráfico sea complicado en varias zonas de la entidad.
