Después de algún tiempo, retomo con mucho agrado la oportunidad de poder comunicarme por estos “medios cibernéticos del demonio” como decía mi papá, quien gustaba de leer las noticias en el periódico, pues para él no había nada como el olor a papel y terminar manchándose las manos con sus hojas, mientras daba sorbos a su café, recargado en su viejo mostrador.
Agradecer es de buen Cristiano, y debo iniciar haciéndolo a mis amigos de Agencia Informativa Jense, quienes me abren su puerta editorial, para compartir reflexiones de nuestro diario acontecer, de una manera simple -como soy- sin tratar de quedar bien con nadie, ni por compromiso, simplemente tratando de participar ideas, pensamientos o razonamientos a efecto de que, quien me haga el alto honor de leerme, forme su propio juicio, el cual, dicho sea de paso, siempre será el más correcto.
En días recientes, aun sin ser interesados en esos temas, estando ocupados en las celebraciones de la Semana Santa y padeciendo el verdadero viacrucis con las bendiciones en casa por las vacaciones escolares, fuimos testigos aunque sea de “oídas” de la rebatinga en la Cámara de Diputados por la iniciativa Presidencial de la reforma Constitucional en materia energética, de la cual, estoy seguro, varios de nosotros no estábamos bien enterados de su contenido, si no lo estaba la Secretaria de Energía y los Diputados del Partido en el poder con de sus aliados, menos quienes si trabajamos.
Un hecho de suma relevancia, fue la conjunción de los partidos políticos sin mayoría en la Alta Tribuna, y me explico por qué: para modificar la Constitución es necesario el voto de la mayoría calificada de los quinientos que cobran como Diputados, es decir trecientos treinta y tres -dos terceras partes- sin embargo MORENA, el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista de México no suman tal número, de ahí el énfasis referido a la resistencia de la oposición, pues debido a ello no se logró la encomienda del Señor Presidente de la República.
En concepto de quien esto escribe, esto nos demuestra a los ciudadanos de a pie, el porqué de la necesidad de no concentrar el gobierno en manos de una sola corriente política, sea cual sea el color, es decir si queremos lograr esos contrapesos enunciados por la ciencia política, referidos por Montesquieu como el equilibrio de poderes “Un Poder, que detenga al Poder”, imagine un escenario donde todo lo dicho por el titular del ejecutivo fuera avalado. Si Usted es de quienes se quejan de lo vivido en el pasado, le invito a reflexionar si tal vez fue porque nosotros mismos permitíamos esos “carros completos”.
Indiscutiblemente estamos en otros tiempos, con autoridades administrativas y jurisdiccionales electorales garantes de la democracia y las decisiones de las mayorías ciudadanas, al menos hasta el momento, por ende, lo ocurrido ante las pretensiones de Andrés Manuel López Obrador en el Congreso de la Unión, también es responsabilidad nuestra, para bien o para mal.
Al hilo de lo anterior, pretendiendo refrendar mi razonamiento, basta ver lo ocurrido un día después con la iniciativa de reforma de la Ley Minera, respecto a la explotación del Litio y demás minerales que resulten estratégicos y necesarios para la transición energética. En este caso para modificar o reformar dicha Ley, solo se ocupa mayoría simple, es decir uno más de la mitad, lo cual se cumple fácilmente en este momento, el resultado lo ha deducido Usted, se aprobó sin mayor problema, pero… ¿realmente es algo necesario e importante para las y los mexicanos, o será solo revanchismo político? el tiempo nos responderá.
Cierro mis reflexiones compartiendo una frase del Poeta Italiano Pietro Metastasio, que en mi concepto viene como anillo al dedo: “Usar la venganza con el más fuerte es una locura, con el igual es peligroso, y con el inferior es vileza”, acomode a nuestros actores políticos a ojo de buen cubero en el espacio que Usted crea que van y seguramente acertara, mil gracias por la amabilidad de su atención.
M en D Alfonso Villagómez León, Especialista en Derecho Electoral, Analista Político, Ex Jefe de Agentes del Ministerio Público y Director de Averiguaciones Previas de la PGJEM, Profesor Invitado de la Universidad La Salle Campus Morelia, de la Universidad Latina de América, así como Docente en Maestría del Instituto Nacional de Desarrollo Jurídico Campus Morelia y Aguascalientes.