Frustrada por verse abajo 2-0 en el marcador en el tercer set, la rumana, 31 años, lanzó su raqueta contra el suelo cuando se retiraba a descansar a su silla.
Tras impactar en el suelo, la raqueta salió rebotada y estuvo a punto de golpear a un niño presente en las primeras filas de las gradas.
Del susto, el pequeño rompió a llorar y tuvo que ser consolado por sus padres. Begu también se interesó por él y pidió disculpas, aunque eso no le sirvió para ahorrarse el abucheo del público de la pista 13 ante un nuevo gesto de cólera de un tenista en el circuito.
El supervisor del torneo acudió a la pista, pero tras ver que el incidente no tuvo mayores consecuencias, la tenista solo recibió un 'warning' (advertencia) y acabó ganando el partido por 6-7 (3/7), 6-3 y 6-4.
El video de la escena rápidamente se viralizó en las redes sociales.
Ya es el segundo incidente de este tipo que se produce en este Roland Garros en un deporte como el tenis, reputado por su 'fair play', pero en el que cada vez es más frecuente este tipo de episodios.
El pasado martes, el ruso Andrey Rublev (N.7) golpeó con tal fuerza una pelota contra su silla después de haber perdido el primer set contra el surcoreano Soonwoo Kwon, que la bola salió rebotada y estuvo cerca de impactar en la cabeza de uno de los cuidadores de la pista.
He perdido la cabeza. No es profesional por mi parte y espero no repetirlo nunca más", se disculpó el ruso.
Algunos como el español Rafael Nadal (N.5) ya han reclamado sanciones más fuertes contra este tipo de actitudes en la cancha. "En el deporte tenemos que ser un ejemplo positivo especialmente para los niños", justificó el balear.