Estudiantes de octavo semestre de la Facultad de Enfermería de la Universidad Veracruzana (UV) pusieron en práctica sus conocimientos y habilidades en beneficio de habitantes de tres comunidades del municipio de Banderilla, al brindarles servicios de salud gratuitos para la detección y prevención de diversos padecimientos.
Durante marzo, abril y mayo del presente año, alrededor de 15 alumnos que cursan la experiencia educativa (EE) Práctica Profesional Comunitaria acudieron a las comunidades: La Haciendita, Xaltepec y Ocotita, respectivamente, donde realizaron visitas escolares y domiciliarias, en atención de todos los sectores de la población, desde niños hasta adultos mayores.
Ruth Angélica Landa Rivera, académica de la Facultad de Enfermería y titular de la EE, dio a conocer que durante estos tres meses los estudiantes han otorgado servicios a más de 500 personas de las tres localidades, como parte de las acciones enmarcadas en el Plan de Desarrollo de las Entidades Académicas (PlaDEA), cuyo objetivo es el establecimiento de convenios con los municipios.
Esto, con el propósito de atender problemáticas sociales y dar cobertura a sus necesidades más apremiantes, en este caso, en materia de salud.
“Es muy importante esta actividad dentro del plan de trabajo de la Facultad de Enfermería, que los estudiantes vean el contexto de la salud pública, factores determinantes y qué acciones pueden realizar para lograr disminuir esos riesgos.”
Comentó que han sido diversos los problemas de salud detectados, entre ellos: uno de cáncer cervicouterino, afortunadamente de manera oportuna, en una persona de 38 años de edad y madre de familia, a quien se canalizó a una clínica de displasia para su valoración y tratamiento.
También, enfermedades crónicas degenerativas como diabetes e hipertensión, y derivado de ello sobrepeso y obesidad.
Resaltó la atención a mujeres embarazadas, población infantil, víctimas de violencia, personas de la tercera edad y adultos con prediabetes y pie diabético.
Con esto, los universitarios aprenden el significado de trato digno, calidad de la atención, y constatan que el control de estas situaciones –desde un primer nivel de atención– contribuye a la disminución de la carga en hospitales del segundo y tercer nivel.
La académica destacó que esta actividad no hubiera sido posible sin el apoyo de las autoridades municipales y del DIF municipal, pues les otorgaron transporte hacia las comunidades.
En total, en las escuelas primarias se atendiò a 101 infantes con pruebas de crecimiento y desarrollo; aplicación de flúor y de cuestionarios sobre detección de riesgos como violencia intrafamiliar.
Al alumnado de preparatoria se le aplicó pruebas rápidas de detección del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), y se dialogó sobre la prevención de violencia en el noviazgo. En mujeres, hubo exploración de mamas y Papanicolaou.
Expresó que ésta es una buena oportunidad de retomar las actividades presenciales, de poner en práctica lo aprendido tras los dos años de pandemia y cursos virtuales. Por tanto, aseguró la continuidad de estas acciones, pues lo más ético es dar seguimiento a cada uno de los casos.
La actividad en campo significó un reto para los estudiantes tras la virtualidad
Roberto Carlos Colorado Hernández, alumno de este programa educativo (PE), comentó que la actividad realizada significó un reto para él y sus compañeros después de recibir clases en línea durante dos años, lo que sin duda generó algunas deficiencias.
Para esta carrera, dijo, la virtualidad no es conveniente por el trato humanizado que deben brindar a los pacientes, rango en el que entran los individuos, familia y comunidad.
Como profesionales de la salud, una de sus funciones es educar a estos sectores en la prevención de enfermedades y promoción de la salud, piezas clave para aminorar todas las complicaciones persistentes.
“Lo que hicimos fue educar a la población, fomentar hábitos alimenticios, conductas y mejoramiento de su calidad de vida.”
Durante estas visitas corroboraron que la mayoría de las personas no tienen un correcto autocuidado de su salud. “Tan sólo, en la toma de glucemia capilar para la detección de azúcar en la sangre, se encontraron índices anormales. De igual forma, la mayoría tiene sobrepeso y obesidad, por ello se les brindó información sobre la alimentación y control de peso”.
Para Miriam García Velázquez, acudir a la comunidad también significó todo un reto al darse cuenta de la necesidad de la población en materia de atención primaria de calidad, ya que viven alejados de un centro de salud.
“Encontramos todo tipo de pacientes, tanto los que ya son diabéticos, hipertensos y no llevan un control. También, personas cuya glucemia capilar está por arriba de los 500 miligramos sobre decilitro, por un mal manejo del medicamento, escasez de hábitos alimenticios y actividad física.”
Lamentó que con la pandemia se haya dejado de lado a la población y sólo priorizado al segundo nivel de atención, “nos sentimos felices de haber realizado estas prácticas en conjunto”.
Cuando ingresó a la licenciatura, Gustavo Ángel Gabriel Mota se sentía motivado por desempeñarse en el área hospitalaria, sin imaginar que la atención temprana es una oportunidad de servir a la comunidad.
Después de cursar las EE Epidemiología y Clínica de la Atención Primaria de la Salud, esa idea se transformó por la de estar en contacto directo con la población.
“Si ponemos nuestro granito de arena vamos a prevenir varias enfermedades, complicaciones; como Enfermería buscamos el cuidado, por eso me llevo una buena experiencia de la práctica profesional comunitaria.”
Gustavo atendió el Módulo de Niños y Adolescentes, donde hicieron valoraciones cefalocaudales a los infantes, estudios de peso, talla, índice de masa corporal, consejería a padres y adolescentes.
También, hicieron hincapié en la planificación familiar y revisión de cartillas de vacunación para corroborar que tuvieran sus esquemas completos.
Maritza Rodríguez Temis se enamoró de la atención primaria, de llegar a la comunidad. “Lo que se ve en línea no es lo mismo que acudir a la comunidad y platicar con un paciente”.
Se mostró contenta porque a partir de las visitas realizadas varias personas lograron mejorar sus hábitos alimenticios
“Nosotros no damos medicamentos, sólo consejería sobre salud, la población se ha mostrado atenta a las recomendaciones, gracias a esta oportunidad nos llevamos un gran aprendizaje.”
En tanto, Leslie Daniela Olivares González externó su preocupación por los casos detectados de embarazos en adolescentes. “Jovencitas que ya tienen un hijo, no han planificado y siguen estando embarazadas”.
Por otra parte, hallaron el caso de un menor con trastorno del espectro autista, y de otro con discapacidad auditiva y de lenguaje.
Entre las alumnas que cursan la EE están: Lorna Paloma Hernández García, Diana Karen Ramírez Mijangos, Sahian Tejeda González, Yamileth Martínez González, Dora Nayeli Camilo Mota y Marbella Santoyo Pablo, quienes dijeron estar felices por este primer acercamiento con la comunidad.