Repatrian los cuerpos de cinco personas migrantes

El cuerpo del lanchero no apareció, con lo que se sustenta más la versión de testigos en el sentido de que fue rescatado por sus cómplices traficantes.

Zona Sur

Presencia.MX - 2022-05-31

Un consorcio de funerarias de la zona sur de Veracruz, entre ellas una de Las Choapas, se encargaron de la repatriación de las primeras cinco personas migrantes que murieron ahogadas durante un naufragio en las costas de Agua Dulce, sólo falta por trasladar a su tierra natal a Rupert Joel Domínguez Márquez, originario de Santo Domingo, capital de República Dominicana.


Oldman Javier Perdomo López, Óscar Alexander Argueta, Tania Lisseth Padilla Oviedo (quien contaba con seis meses de embarazo), y su hijo Oscar Zaid, de 3 años de edad, fueron trasladados a San Pedro Sula, Honduras, mientras que Tania Yadira Espinoza, fue repatriada a Quimistán, un municipio del departamento de Santa Bárbara, también en la República de Honduras.


De acuerdo con la información recabada por PRESENCIA Sureste, durante el transcurso de esta semana se realizará la repatriación de Rupert Joel Domínguez, de 40 años, ya que todavía está en trámite el proceso de documentación para llevar sus restos vía aérea a la isla de Santo Domingo.


En estos procesos de repatriación, la “Funeraria Villalonga”, de la avenida 20 de Noviembre, en la colonia Ignacio Zaragoza, tuvo participación por solicitud del Consulado de Honduras en México; los gastos igual corrieron por cuenta del gobierno hondureño y México sólo coadyuvó en facilitar los trámites necesarios. 


El naufragio donde murieron estas seis personas de origen centroamericano, ocurrió el pasado lunes 23 de mayo en las costas del vecino municipio de Agua Dulce, en el momento que traficantes los trasladaban a bordo de lanchas con motor fuera de borda de una comunidad tabasqueña hacia Villa Allende, Coatzacoalcos. 


En total eran cinco embarcaciones con al menos 10 personas migrantes cada una. De la lancha que sufrió el accidente hubo cuatro sobrevivientes originarios de Honduras: Wilmer Escoto, de 41 años; José Eduardo Perdomo Barahona, de 16 años; Francisco Castañeda, de 39 años; y Mauricio Galdámez Espinoza, de 12 años, quien perdió a su madre en este accidente.


El cuerpo del lanchero no apareció, con lo que se sustenta más la versión de testigos en el sentido de que fue rescatado por sus cómplices traficantes, mismos que al percatarse del naufragio, una embarcación retornó para ponerlo a salvo y remolcar la lancha accidentada, con el fin de que las autoridades de investigación no pudieran obtener datos más precisos sobre los responsables de este suceso.

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