Una mujer trabajadora que fue víctima del asalto que cometieron dos hombres y una mujer con armas de fuego a un autobús Plateado la mañana del miércoles 08 del presente, dio su testimonio y aseguró que los presuntos delincuentes salen de entre los matorrales y abordan las unidades aprovechando las paradas que hacen los conductores sobre la Autopista Orizaba-Córdoba.
Posteriormente asaltan a todos los usuarios con toda impunidad, incluso no descartan que los choferes se encuentren inmiscuidos porqué actúan como si nada hubiera sucedido.
La joven mujer con una voz de terror al recordar lo vivido durante el violento atraco relató que ella aborda todos los días tal línea camionera al ubicarse su trabajo en el municipio de Córdoba y el día miércoles lo hizo como de costumbre alrededor de las 07:15 horas.
"Cuando el camión llegó a Ciencias Químicas sé lleno completamente, muchos ya iban parados y amontonados en la parte del pasillo, y aún así en la Curva ya saliendo de Escamela, el conductor hizo parada y se subieron dos hombres y una mujer y esos se quedaron hasta adelante porque obviamente ya no había espacio hacia atrás y el autobús siguió avanzando".
Dijo que platicaba con un compañero de trabajo, cuando de repente por la ventanilla observa cómo un hombre sale de entre la maleza y poner un pasamontañas de color gris, una gorra y también portaba una chamarra roja tipo rompe vientos y con apoyo de los hombres y la mujer que se quedaron hasta adelante, someten al operador e inician a asaltar a todos los viajeros.
"El camión hizo parada en la Capilla de Potrerillo (Ixtaczoquitlán), ahí es donde un hombre con chamarra roja tipo rompe vientos, y con gorra sale de entre los matorrales, corre, se pone un pasamontañas gris y se sube al autobús para encañonar a todos los pasajeros con un arma de fuego, y empieza con groserías a decirnos que nos iba a cargar la no sé qué y saca un arma y encañona al chófer e inicia el atraco, pero esas personas que se subieron en la curva, también se suman al robo.
""Un chavo de los asaltantes empieza avanzar solicitando nuestras pertenencias como yo vi que mi amigo reaccionó sacó su cartera y empezó a guardar su dinero y sus credenciales yo trate de hacer lo mismo, pero ya no me dio tiempo y le termine entregando mi celular.
"El primer chavo nada más recogía las cosas y se iba, no nos ofendió ni nada solamente nos pedía que entregáramos nuestras cosas pero el chavo de la chamarra roja que salió de entre los matorrales nos gritaba y nos amenazaba que nos iba a cargar la no sé qué, incluso a una chava que trabaja en el seguro le pegaron".
Recordaba que el operador sin ser encañonado o amenazado circulaba muy despacio "a vuelta de rueda", mientras que todos los viajeros entregaban sus pertenencias de valor, incluso aseguró que una mujer del sector salud fue golpeada debido a que no podía quitarse los aretes para entregarlos.
"El que se subió de la chamarra roja le gritaba hija de tu puta madre entrega todo o aquí te carga la no sé qué, y le decía que ya no tenia nada que entregarle, yo todavía abrí mi mochila y le enseñe que lo único que llevaba era mi desayuno".
La femenina de identidad reservada dijo que los delincuentes escaparon en la Localidad Sumidero sin que ninguna autoridad se percatara, a pesar de que no les alcanzaban las manos y los brazos de todo lo que se llevaron.
"El camión continuó su camino y el chófer ya no se detuvo en Sumidero, se siguió hasta la caseta y ahí un hombre que viaja como pasajero se bajó y pidió ayuda porque había una mujer golpeada y un hombre que terminó vomitando por qué le bajó la presión, los paramédicos nos revisaron mientras el chófer habló con los de la Fuerza Civil, luego subió y nos dijo, vámonos porque acá nadie nos va ayudar, actuando como si nada hubiera pasado, que desfachatez".
La joven trabajadora originaria de la región de las altas montañas, suplicó a las autoridades policiales de los tres órdenes de Gobierno pongan atención, seguridad e investiguen éstos asaltos, ya que los usuarios no sólo pierden dinero en efectivo, pertenencias de valor, celulares y alhajas, sino también documentación de identificación, misma que después deben reponer, representandoles pérdida de tiempo y dinero