A través de una carta dirigida a medios de comunicación, el religioso detalló la agresión de la que fue objeto.
“Las cosas sucedieron en tres minutos, fue un ataque profesional: me bloquearon el carro, me agredieron a golpes, el agresor debió ser un sicario”, acotó.
El sacerdote terminó con la cara destrozada tras la agresión, por lo que Mateo Calvillo pidió ayuda a la Iglesia de Queréndaro, con el cura Rafael Juárez.
Calvillo Paz recibió atención médica en el lugar del ataque.