El robo de combustible aumentó en el primer semestre del año un 32 por ciento, de acuerdo con cifras de Petróleos Mexicanos (Pemex).


Entre enero y junio de 2021, la empresa petrolera reportó el robo -en promedio- de 4 mil 300 barriles diarios, principalmente en su sistema de ductos a través de tomas clandestinas.


Sin embargo, en ese mismo periodo, pero de este año, el desvío de combustible se elevó a un promedio 5 mil 700 barriles al día.


La empresa reportó que en el primer trimestre del año un promedio de 4 mil 900 barriles diarios y el siguiente trimestre dio cuenta de un desvío de combustible de 6 mil 400 barriles diarios.


En lo que respecta a tomas clandestinas, Pemex indicó en una respuesta de información -fechada el 2 de julio- que Hidalgo lidera la lista con mil 914 piquetes entre enero y abril de este año.


El Estado de México, que ya desbancó a Puebla del segundo lugar, registra 653 puntos de ordeña. Esto debido al llamado efecto cucaracha de los huachicoleros ante los operativos federales.


Puebla bajó a tercer lugar con 323 llaves ilegales de combustible.


Después figuran Guanajuato con 253 tomas clandestinas; Veracruz, con 225; Tamaulipas, con 178; Jalisco, con 171, y Nuevo León, con 103.


De enero a abril, Pemex suma 4 mil 281 tomas clandestinas, un promedio de mil 70 al mes.
En contraste, 2021 terminó con 11 mil 17 tomas ilegales, un promedio de 918 mensuales.


En este rubro se reporta un aumento del 16.5 por ciento.
Aunque existe un despliegue de militares dedicado al combate del huachicol, y el traslado de combustible en pipas, éstas medidas han sido insuficientes para frenar el robo de hidrocarburo.


Además, la empresa sigue empleando el sistema SCADA, que registra el monitoreo de la presión y flujo de los ductos, una tecnología que tampoco ha impactado en la apertura de nuevas tomas clandestinas.


Mandos del Ejército asignados al combate al huachicol atribuyeron la continuidad de este delito a la complicidad de grupos criminales con pobladores, piquetes a salto de mata y a nuevas estrategias para ordeñar el combustible, entre ellas, la construcción de túneles para llegar a los ductos.


Los piquetes a salto de mata se reflejan ahora en el registro de estados que no tenían este problema tan elevado.


Hidalgo y Puebla han encabezado en los últimos años el robo de combustible. Ahora, se posicionan entidades donde ya se prendieron focos rojos.


El Estado de México, por ejemplo, incrementó los piquetes en su territorio en un 13 por ciento al registrar en 2021 un promedio mensual de 144 piquetes y en lo que va del año, un promedio de 163.


En Michoacán, zona que disputan los Cárteles Unidos y el Cártel de Jalisco Nueva Generación, la ordeña aumentó 28 por ciento al pasar de un promedio mensual de 25 tomas clandestinas en 2021 a 32 en este año.
El fenómeno también aumentó en Baja California, Guanajuato, Tlaxcala, Jalisco y Nuevo León.