A los tortilleros, que concentran la mayor parte del mercado de la tortilla en México, les ha afectado no sólo el incremento en el precio del maíz, sino también del gas, el transporte, los locales de renta, la energía eléctrica, entre otros elementos.
La industria harinera de México no es responsable del incremento en el precio de la tortilla, pues esta sólo representa entre el 30 y 35% del mercado nacional, explicó Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Ante las recientes discusiones sobre el incremento en el precio de la tortilla y las declaraciones del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con relación a que se buscará el diálogo con las empresas harineras para incidir en una reducción en el costo de este alimento, Juan Carlos Anaya resaltó que las empresas harineras no son las responsables de establecer los precios de la tortilla de maíz; eso lo determinan los tortilleros y las tiendas de autoservicio. De acuerdo con el experto, se debe buscar a la industria de los tortilleros, quienes concentran entre el 65 y 70% del mercado y donde hoy en día tenemos los mayores aumentos del precio de la tortilla.
El Gobierno de México tendrá que hablar también con la industria del nixtamal que es donde se vende el 65-70%, y ahí entra un canal de comercializadores, estos les venden a los molineros que hacen la masa y estos les venden la masa a los tortilleros. Entonces también tendría que buscar a esta industria porque las harineras sólo representan el 30-35% y han tenido un aumento menor que los tortilleros (de 33%); y los harineros no determinan el precio de la tortilla”.
Adicionalmente, comentó que la tortilla elaborada con harina de maíz que se comercializa en las tiendas de autoservicio, generalmente se vende como “gancho” para la comercialización de otros productos y por ende el costo de este alimento básico es más barato que en los negocios familiares o tortillerías de las colonias, donde compra el grueso de la población mexicana. Precisó que estas tortillas, que se venden en tiendas de autoservicio, cuestan entre 13.50 y 14 pesos el kilo, mientras que en las tortillerías de las colonias el precio varía entre 20 y 28 pesos el kilo.
Ha subido menos en las tortillerías de autoservicio que en las de establecimiento, porque es gancho, no es que el autoservicio gane ahí. Mientras que el tortillero tiene un negocio familiar donde no sólo ha subido el precio del maíz, que ha aumentado en una forma importante en lo que va del año (69.6%) y eso ha hecho que se incremente el precio de la tortilla principalmente en la tortillería de establecimiento (41%)”.
Resaltó que, a los tortilleros, que concentran la mayor parte del mercado de la tortilla en México, les ha afectado no sólo el incremento en el precio del maíz, sino también del gas, el transporte, los locales de renta, la energía eléctrica, entre otros elementos.