A pesar del dolor intenso que siente y de estar a miles de kilómetros de su familia, Jazmín está feliz de que su nariz ahora tenga forma a tres meses de que un hombre le arrancara, a mordidas, parte de ella en un intento de abuso sexual en Veracruz.
Este 29 de noviembre, la joven de 28 años se sometió a la tercera cirugía hecha en Cartagena, Colombia, para reconstruir la parte dañada tras la agresión perpetrada por Roberto de Anda Ferrandon, un ex candidato a la Alcaldía de Tlalixcoyan, la noche del 17 de agosto.
"Me siento muy feliz con la cirugía estética, pero no dejo de pensar en que yo no tenía la necesidad de estar pasando por estos dolores, de estar lejos de mi hijo, de contar el dinero, pues aunque me apoyen con vuelos y la cirugía, yo vivo de mi trabajo y ahora estoy parada", contó Jazmín Pérez Hermida a REFORMA.
A dos días la intervención, que duró más de seis horas, Jazmín reprocha que a pesar de lo viral que se hizo su caso y de interponer denuncia en la Fiscalía General del Estado, su agresor siga prófugo sin responder por los daños que causó.
Esa noche, Jazmín junto con una acompañante trasladaron desde un bar hasta su casa a De Anda Ferradon, quien se encontraba en estado de ebriedad en la comunidad de Piedras Negras, del Municipio por el que contendió.
Al llegar al domicilio, el hombre intentó abusar de la joven en la entrada de la casa. Jazmín se opuso y fue atacada por Roberto, quien a mordidas le mutiló la nariz.
Al tocar su cara sintió el hueco que la mordedura le provocó, así como un dolor fuerte. Fue intervenida de emergencia en dos ocasiones para evitar que la herida se infectara.
"Me atrevo a decir que esta cirugía es la más dolorosa hasta ahora, era una cirugía de 3 horas y tardaron 6 horas en ella. (Emocionalmente) lo más doloroso fue ver como me quitaban pedacitos de mi oreja y boca para poder reconstruir mi nariz", detalló.
Después de las primeras intervenciones, la parte afectada de su rostro no tenía forma alguna y se abultaba demasiado, aún así, ella subía fotografías en las que posteaba su agradecimiento por estar viva.
"Lo que más me dio miedo es el tipo fuera salirse de control y que me matara", contó a este medio en agosto pasado.
La joven aún se encuentra internada en el hospital, a más de 2 mil 400 kilómetros de donde se encuentra su hijo.
Con dificultad para hablar exige justicia a las autoridades, quienes únicamente emitieron una ficha de búsqueda contra el agresor, acusó.
"Ese tipo sigue escondido con ayuda de sus hermanas y madre, increíble porque son mujeres y no dudo que vean todos los procesos por los que estoy pasando", lamentó.
A pesar de lo doloroso y costoso de su proceso, rescató como positivo que este tipo de acontecimientos unan las mujeres y éstas se solidaricen para pedir que se erradique la violencia y se castigue a los culpables.