El pleno del Senado aprobó el segundo dictamen del plan B de la reforma electoral con lo cual se permitirá que funcionarios públicos de todos los órdenes de gobierno realicen proselitismo durante las campañas electorales, siempre y cuando no sea propaganda pagada a medios, pero sí podrán llamar a votar por sus partidos o candidatos en actos públicos y conferencias.
Con el voto en contra de toda la oposición y de los senadores de Morena, Ricardo Monreal y Rafael Espino, este dictamen se aprobó con 65 votos a favor y 52 en contra en lo general y con 64 votos a favor y 48 en contra en lo particular, por lo que fue devuelto a la Cámara de Diputados con modificaciones.
Así se aprobó el proyecto de decreto, por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Comunicación Social y de la Ley General de Responsabilidades Administrativas en materia de propaganda.
“No constituyen propaganda gubernamental las manifestaciones de las personas servidoras públicas que realicen en uso de su libertad de expresión y en el ejercicio de sus funciones públicas.
“Tampoco constituye propaganda gubernamental la información de interés público que realicen las personas servidoras públicas, conforme a la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública, difundida en cualquier formato de manera gratuita”, dice el dictamen aprobado que será remitido para su ratificación a la Cámara de Diputados.