En siete meses, el programa IMSS-Bienestar duplicó su número de servicios, de 11.7 a 25.7 millones de personas atendidas; además, amplió de 46 a 91 por ciento el abasto de medicamentos en las nueve entidades en las que ya opera, informó el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo.
Ayer, en la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, Robledo presentó los avances del plan de federalización del sistema desde su puesta en marcha en mayo pasado al cierre de este año, y detalló que la labor en sus unidades médicas se ha traducido en 23 por ciento más consultas de medicina familiar y 120 por ciento más en las de especialidad, 55 por ciento más cirugías y 31 por ciento más partos.
El programa –que atiende a las personas sin seguridad social– funciona ya en nueve entidades: Nayarit, Tlaxcala, Colima, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Campeche, Veracruz y Guerrero.
Agregó que se ha contratado a más de 3 mil médicos y especialistas, entre ellos 491 cubanos, y se han ejercido 98 por ciento de 5 mil 637 millones de pesos aprobados para la rehabilitación y compra de equipo médico, así como 2 mil 653 millones para diferentes obras en hospitales y unidades de salud.
Con esos datos, el mandatario federal estimó que el año próximo, a más tardar a finales, ya tendremos un sistema de salud pública como el de Dinamarca, y puede ser que mejor, donde la atención médica, los medicamentos son gratuitos. Garantizó que en el nuevo modelo de salud no ocurrirá lo que usuarios de servicios públicos denuncian constantemente: horas de espera para ser atendidos, aguardar sentados en sillas incómodas de metal ante una urgencia o que las citas para estudios o cirugías se programen semanas o incluso meses después.
El jefe del Ejecutivo federal destacó que la clave está en evitar la corrupción, pues así los recursos públicos rinden y pueden llegar a más sectores poblacionales. A ello sumó el estado de bienestar, como el que hay en Dinamarca, y es lo que nosotros estamos procurando para México: que las personas tengan seguridad desde que nacen hasta que mueren.
Al explicar los detalles del programa, el director general del IMSS indicó que como parte del proceso para llevar servicios gratuitos de salud a la población sin seguridad social, se detectó que el Seguro Popular cobraba las consultas. Así, se logró cerrar 182 cajas registradoras de este servicio que operaban en diferentes entidades. Esto era el Seguro Popular que terminaba simulando la atención médica.
Señaló que con el plan, el IMSS-Bienestar dejó de ser solamente un programa de este instituto, para conformarse como organismo público descentralizado. Así, de 80 hospitales rurales que operaba en 19 estados del país, ahora tiene 330 hospitales y unidades de segundo nivel en 24 entidades, y pasó de tener 3 mil 982 unidades de primer nivel (rurales, principalmente, y móviles), para operar hoy 8 mil 79 centros de salud.
Como parte del equipamiento, resaltó Robledo, se han habilitado 44 quirófanos, muchos de los cuales llevaban años sin operar, algunos incluso tenían hasta 14 años sin realizar una sola cirugía. Agregó que se han adquirido 17 mil 392 dispositivos, que van desde monitores de signos vitales hasta equipos de rayos X.