Las conmociones cerebrales han llevado al retiro a varias estrellas de la NFL; evitar accidentes, prioridad de la Liga
Deportes
- 2011-08-23
El quarterback tiene el balón, busca un receptor libre, pero están marcados. Decide correr y busca un hueco, de pronto siente un brutal impacto, desde un punto ciego, en el parietal. Se desploma inerte. Está conmocionado.
Troy Aikman, Steve Young y Brett Favre son algunas de las leyendas de la NFL que experimentaron severas conmociones durante sus carreras, en el caso de Aikman y Young, incluso los orillaron al retiro.
Para evitar este tipo de lesiones, y sus secuelas, en la actualidad, los cascos aplican la tecnología más avanzada, con la finalidad de proteger a los jugadores y salvaguardar su integridad.
“El futbol americano es un deporte de contacto, en el que te pegas todo el tiempo con técnica, no con la finalidad de lesionar a los demás jugadores”, comenta Carlos Rosado, campeón de la Organización Nacional Estudantil de Futbol Americano, con los Aztecas de la UDLA, y ex receptor de los Jets de Nueva York, en la NFL.
“El casco es de vital importancia, no es un arma, por lo cual, debe poseer un buen sistema de protección, ya que los golpes en la cabeza puden ser mortales. Conforme los años han pasado, los jugadores ahora llegan a muy altos niveles de fortaleza física y por tal motivo, los impactos son aún más fuertes”, comenta Rosado Stevens.
La invención del casco de futbol americano se le acredita a George Barclay, a quien se le ocurrió inventar una funda de piel para evitar las orejas de coliflor (lesiones provocadas por hematomas residuales entre la piel de la oreja y el cartílago). Se empleó por primera ocasión el 24 de octubre de 1896, en el duelo entre Lafayette y Pennsylvania.
Sin embargo, fue hasta 1939 cuando la protección de piel para la cabeza y orejas se hizo obligatoria para todos los jugadores colegiales. En la NFL, su uso fue forzoso a partir de 1943.
Con los avances de la ciencia y de la tecnología, esta parte de la “armadura” del jugador se ha concentrado en evitar el impacto de los traumas cerebrales.
“Las diferentes marcas de cascos se esfuerzan por desarrollar la tecnología de protección y tener un aditamento seguro, que garantice la menor cantidad de repercusiones cuando se retiren”, explica Carlos Rosado, actual promotor de los “yelmos” Xenith.
“Hay tres márcas líderes en el mercado: Riddell, Shutt y el más reciente es Xenith, que se especializó en la protección interna de la cabeza y empleó 10 años para llevar a cabo una investigación, en la que se comprobara la eficacia de sus cascos para evitar conmociones”, indica el ex receptor de los Dragons de Barcelona y de los Admirals de Amsterdan, de la NFL Europa.
“Cuando te conmocionan, ves luces, escuchas un zumbido, o te apagan las luces, pierdes el conocimiento. No existe un casco que evite las conmociones en su totalidad, pero sí las reducen”, relata Rosado.
“Xenith tiene un innovador sistema de protección que trabaja con unas pequeñas bolsas de aire que son especiales para absorber la fuerza de los impactos, amortiguan el golpe y automáticamente se inflan.
“El sistema de ajuste es diferente. Los cascos Shutt y Riddell emplean aire para fijarlos a la cabeza, mientras que el ajuste de los Xenith es por medio del barbiquejo que está unido a la parte interior del mismo”, agrega.
Los ex jugadores de la NFL se quejan de todas las complicaciones en su estado de salud que han manifestado a raíz de recibir multitud de impactos en la testa durante su carrera.
La Liga ha tomado acciones en el asunto, al prometer un aumento monetario en las pensiones de todos los jugadores jubilados, esto, además de aplicar severas sanciones a todos aquellos que golpeen deliveradamente a los rivales casco contra casco.
Pasan los minutos. Aquel que yacía en el césped abre los ojos aún desorientado, lo ayudan a levantarse, se dirige a la banca, salva su vida gracias al casco, aunque posiblemente ya no regrese.