El robo de gas LP es un delito que lejos de poder erradicarse se ha incrementado de manera importante en los últimos años, pues, tan sólo en lo que va de esta administración, es decir, de diciembre de 2018 al cierre de 2022, se ha registrado un acumulado de ocho mil 301 tomas clandestinas.
Cada año, desde 2007, se han roto los récords en el número de perforaciones ilegales, lo que le ha permitido a la delincuencia organizada acaparar parte del mercado y demanda, pues ya cuenta con rutas establecidas con las que distribuye el combustible que ordeña de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Las ocho mil 301 tomas clandestinas que se registraron en lo que va de este gobierno, representan un aumento de 1,591% en comparación con las 491 perforaciones ilegales del mismo periodo del gobierno de Enrique Peña Nieto, es decir, se ha multiplicado casi en 17 veces.
A pesar de la estrategia que está implementando Pemex, en conjunto con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN), entre otras autoridades, el delito no sólo no ha podido ser erradicado o disminuido, sino que ha aumentado y rompe sus récords cada año.
Esta situación no sólo afecta de manera directa a los distribuidores privados y a Pemex, sino también al Estado, pues se genera una menor captación fiscal, además de que provoca una distorsión en el mercado, pues se estiman pérdidas de entre 20 mil y 30 mil millones de pesos cada año, dinero que va directamente a las arcas del crimen organizado.
Según el último reporte de Pemex, en 2022 se registró un total de dos mil 525 tomas clandestinas para el robo de gas LP, esta cifra representa un aumento de casi 6% con respecto a las dos mil 385 de 2021.
POR ENTIDADES
Actualmente, Puebla es la zona considerada como el principal foco rojo de este delito, pues en esta entidad se registraron, el año pasado, 678 perforaciones ilegales.
A esta le sigue el Estado de México con 637 tomas, que representan un aumento de casi 60% con respecto a 2021, mientras que en Veracruz, el delito se disparó, ya que pasó de 122 el año pasado a 542, es decir, 344% más.
Otra de las zonas en las que se ha desarrollado con fuerza el robo de gas LP es en Hidalgo.
Esta entidad cerró 2022 con 256 tomas, 282% más que hace un año, así como Tlaxcala, con 361 tomas que son 37.8 por ciento más.
Cabe mencionar que los principales puntos de venta del mercado negro de gas LP se encuentran en el centro del país, debido principalmente a que es donde se concentra la mayor demanda a nivel nacional.
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