Vecinos del municipio de San Rafael bloquearon la carretera federal en el tramo hacia Martínez de la Torre para exigir el esclarecimiento del feminicidio de Valeria Ramiro Estévez, cuyo cadáver fue localizado el pasado martes 21 de marzo en una parcela.
Con el feminicidio de Valeria, se acumulan 11 casos de muertes violentas de mujeres en lo que va de este año en Veracruz. El fin de semana cuando desapareció Valeria, que fue del 17 al 21 de marzo, una mujer murió por día víctima de este tipo de agresiones.
Valeria, de 22 años, quien residía en la comunidad de Villa Aldama, fue reportada como desaparecida desde el lunes 20 de marzo. En el pueblo Valeria era estimada y muy conocida por ser asidua a un círculo religioso, era hija única y no tenía otra actividad más que las que se organizaban en la iglesia.
El lunes 20 de marzo su familia se presentó a denunciar su desaparición, al día siguiente los vecinos de una parcela le comunicaron a las autoridades el hallazgo de un cadáver; se trataba de Valeria, quien presentaba huellas de violencia, con saña y aparentemente hay indicios de un ataque sexual.
Desde el día de su desaparición comenzaron las protestas, las cuales se agudizaron el domingo cuando terminaron por cerrar el tramo carretero.
Yo le pido al señor Presidente de la República, al señor Gobernador, ellos tienen familia; ahora fue mi hija, quién sigue, no nada más en las ciudades está el peligro, también en las rancherías. Mi hija era una niña que no salía a ningún lado. Mi hija sólo salía de su casa a la iglesia, era una servidora de Dios. ¿Por qué me la martirizaron?”, exigía la madre de Valeria que encabezó la manifestación, respaldada por organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres.
La manifestación inició desde las 10 de la mañana y la familia insistía en que sólo se retirarían si llegaba alguna autoridad, exigían que llegara el gobernador en un principio, para sostener un diálogo, porque exigen una respuesta por este hecho que enlutó a la familia Ramiro Estévez y dejó en la incertidumbre a decenas de familias con hijas, pues consideran que “el violador y homicida sigue en la calle”.