Como una charada política es calificada la postura del diputado local por Veracruz, Fernando Arteaga Aponte y del presidente municipal de Medellín, Marcos Isleño, al utilizar el tema de la concesión otorgada a Grupo MAS para la operación del agua en la zona conurbada Veracruz - Boca del Río, debido a que no buscan solucionar de tajo el problema, sino sacar “raja política” con miras al 2024.
Fernando Arteaga sabe perfectamente que cancelar la concesión a Grupo MAS es casi imposible y que a un año de concluir su periodo como integrante de la Legislatura local no le dará tiempo consumarla; por ello, busca artilugios legales para aparentar que su “causa avanza” cuando en realidad sólo busca posicionarse en el ánimo de la gente, lo cual no ha logrado hacer en Medellín, donde ya lo rechazan.
No obstante, sus intereses están más enfocados a la reelección como diputado local y, posteriormente, tirarle a la presidencia municipal de Veracruz, aunque aquí se las verá con Ricardo Exóme Zapata quien por propio derecho, pues estuvo a punto de ganarle al yunismo porteño, tendrá mano para contender en el 2025, por ello, le urge protagonismo en este asunto de Grupo MAS.
Por su parte, el presidente Marcos Isleño ha echado la “carne al asador” para tener alguna posibilidad rumbo a la contienda para la diputación federal en el 2024, personaje que ha incumplido sus compromisos de campaña y ahora quiere engatusar a los electores al asegurar que echaría abajo la concesión de Grupo MAS.
Isleño juega con dos cartas: una, fingiendo que lucha contra dicha empresa operadora y, otra, generando las condiciones para que Inmobiliaria Medellín esté en condiciones de entrarle al “quite” para hacerse cargo del nuevo organismo del agua en este municipio.
Se ha dicho en varias ocasiones que Isleño tiene una fuerte relación con Luis Barquín Gómez que estos personajes acostumbran a “respaldar” a quienes aspiran a la presidencia municipal de Medellín, para que ninguna autoridad le exija concretar la municipalización de los fraccionamientos Puente Moreno y Lagos de Puente Moreno, porque, con ello, les quitaría su minita de oro, ya que bajo un artilugio legal le cobran a las familias lo que quieren por el abasto de agua e incrementan las tarifas como quieren, sin autorización de ninguna autoridad.
Isleño ya le echó el ojo a la diputación federal y hará lo necesario para ser postulado, falta que logre convencer al electorado, que en Medellín simplemente ya no confía en él porque no les cumple.