El presidente de la Estatal de la Red Evangélica del Estado de Veracruz, Guillermo Trujillo Álvarez, informó que el próximo lunes 14 de agosto celebraran en Boca del Río Veracruz, la Convención Estatal Evangélica, dónde participarán más de dos mil ministros de culto.
Dijo que allí darán su postura general sobre diversos temas que preocupan a la sociedad en general como es el caso de los libros de texto gratuito, la seguridad, el gobierno y toda la guerra infructuosa y dañina que enfrenta el país.
Señaló que de manera respetuosa plantearán sugerencias “porque al ritmo que van, las cosas, estos problemas que se agravan cada día, podrían causar mucho daño a la sociedad en general, por el divisionismo existente, que lamentablemente está provocando la política”.
El entrevistado, evangélico destacó que “no podemos seguir dividiéndonos entre todos, no podemos seguir este ritmo, porque al ritmo que vamos puede generarse una situación de más violencia y peores problemas y graves consecuencias para los ciudadanos y la sociedad en general.
Cuestionado sobre su opinión sobre la controversia que han causado los libros de texto gratuito que se van a repartir en el próximo ciclo escolar a niños y jóvenes de primaria y secundaria, con Sesgo ideológico, errores graves de ortografía, con infografía de fechas históricas equivocadas y con escaso contenido de matemáticas y español, en textos de esas materias
El dirigente evangélico Guillermo Trujillo Álvarez, dijo que a partir de esta semana iniciaron el análisis del contenido de los libros de texto gratuitos, con el respaldo del grupo de maestros académicos con que cuentan en la Red Evangélica, pero también escuchando la postura del gobierno federal al respecto.
En desacuerdo que libros de texto sean quemados o desojados
Expreso que no debemos caer en radicalismos en ninguna de los dos partes, los que están de acuerdo en repartir los libros y los que no por no estar de acuerdo con el contenido de los textos para los niños y jóvenes.
Pero dijo no estar de acuerdo en que sean quemados o que les sean arrancadas las hojas, como lo propuso un líder de un partido político y otras personas. Reiteró que los libros se deben de revisar y en su caso volver a imprimirlos corrigiendo las fallas de ortografía y otros detalles.
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