A nivel nacional, 8.19 millones de personas se ubicaron en inseguridad alimenticia severa en el 2022.
Los episodios de hambre siguen siendo una constante en la economía mexicana, concentrándose principalmente en tres entidades del país: Estado de México, Michoacán y Veracruz.
De acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), 8.19 millones de personas en el país presentaron inseguridad alimentaria severa durante el 2022, que representó 6.4% de la población total.
Es decir, 6 de cada 100 personas tuvieron experiencias de disminución en la cantidad de los alimentos consumidos o episodios de hambre.
De los 8.19 millones habitantes del territorio nacional, 26.5% se concentró en Estado de México (1.07 millones de personas en esta situación), Veracruz (638,894) y Michoacán (455,886).
“Son estados que tienen altos niveles de población, concentran el mayor número de personas, por lo mismo hay mayores niveles de pobreza, por su tamaño poblacional hay una mayor vulnerabilidad para la gente en términos de que no todas las comidas del día están garantizadas”, señaló el analista Kristobal Meléndez.
Añadió que otro factor es que las políticas públicas implementadas no han sido suficientes para revertir la pobreza alimentaria, “ya que se debió buscar aumentar la tasa de generación de empleos, atraer más inversiones, generar más empresas, tomando en cuenta el número de población que hay”.
Hay que tomar en cuenta que los años que se miden también son de la pandemia y en ese tiempo se dieron muchos despidos, incluso en la parte industrial. Vimos una disminución de la actividad industrial debido a la pandemia.
Para la presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes, Dafne Viramontes, el común denominador de Estado de México, Michoacán y Veracruz es la inseguridad.
“En estas entidades vemos que la extorsión incrementó, hay mayores enfrentamientos entre grupos delictivos, hay desaparecidos, asaltos. En Michoacán hay zonas muy alejadas que son de difícil acceso y que con la presencia del crimen organizado se complica más. Por ende, las empresas dejan de tener operaciones en estas zonas por la inseguridad y se afecta la generación de empleo”, ahondó la experta.
Agregó que otro problema es el tema logístico. “Por ejemplo, el Estado de México es una entidad bastante compleja, con unos niveles de población altos y eso está jugando en contra de la adecuada distribución de los recursos alimentarios al interior de la entidad, hay lugares que son inaccesibles”.
Irregularidades
Entre los años 2016 y 2022, solamente seis entidades registraron aumentos en su población con inseguridad alimentaria severa: Durango, Morelos, Zacatecas, Aguascalientes, Tlaxcala y Guerrero.
El académico del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, Héctor Magaña, el incremento de la carencia alimentaria en estas entidades se explica por su bajo nivel de generación de empleos formales.
“Son estados con carencias en términos de concretar planes de desarrollo económico y con problemas estructurales, no cuentan con una diversificación económica”, expuso el especialista, al recalcar que en Aguascalientes derivó de la caída en el sector manufacturero y su dependencia a la industria automotriz.
Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), manifestó que estos estados son un foco rojo, por lo cual se debe poner atención a la infraestructura social y a los programas que hay para para atender a las personas que tienen dificultades para cubrir su acceso a la alimentación.
“No solamente está relacionado con que hay menores ingresos, sino que nos habla de este deterioro en la en la estructura económica”, detalló.
En tanto, Dafne Viramontes agregó el efecto de la pandemia: “Aguascalientes no era una entidad que lidiara con esta problemática de manera directa, pero comparte espacio con Guerrero. Esto nos dice que hay una vulnerabilidad en los estados industriales, se ha dejado de lado a la población con mayor vulnerabilidad. Además, se minimizó el impacto de la inflación y ahora lo estamos viendo, siendo resultados de la ausencia de política pública en este tema”.
Vulnerabilidad
Pese a que las mayores caídas en inseguridad alimentaria severa se dieron en el sur-sureste, entre los años 2016 y 2022, los estados de esta región aún ostentan los mayores porcentajes de su población en dicha condición.
Los mayores niveles se observaron en Tabasco (17.9% de sus habitantes con inseguridad alimentaria severa), Guerrero (10.9%) y Campeche (9.5%); les siguieron Michoacán (9.2%), Durango (9.0%) y Sonora (8.8 por ciento).
“Siempre hay que ver qué tanto impulso puede dar un proyecto federal, como en Tabasco con la refinería de Dos Bocas, porque no necesariamente la creación de empleos generados por esos proyectos será suficiente para atender los problemas más estructurales en los estados. Esta creación de empleos no se ha reflejado en la población vulnerable”, dijo Ana Gutiérrez.
Mientras para la presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes, “también influyó la elevada inflación en la alimentación, viendo como el Paquete contra la Inflación y la Carestía del gobierno federal no tuvo efectividad”.