El reencuentro entre los vivos y muertos se dio durante estos tres días en los cementerios del norte de Veracruz pues se vieron abarrotados.
Desde temprana ahora gran cantidad de familias compuestas por integrantes de tres generaciones desde abuelos, hijos y nietos arribaron a las tumbas para acompañar en su última morada a aquellos que ya no se encuentran de forma material con ellos.
La actividad generó una gran concentración de ciudadanos en el cementerio de La Purísima Concepción de Pueblo Viejo donde la intensa actividad comercial también favoreció a floristas vendedores de alimentos y taxistas que no paraban de llevar a pasajeros al camposanto municipal.
Las viejadas fueron motivo de alegría entre las tumbas y varias de ellas algunas muy tradicionales como La quinta Flores Magón que realizaron el tradicional Rito para ofrecer la ofrenda a los que ya no están en el mundo terrenal.
De la misma forma el panteón del Señor de las Misericordias en Tampico alto lució pletórico, decenas y decenas de familias arribaron de la cabecera municipal y comunidades aledañas que integran el municipio.
Una misa tradicional se celebró en un punto estratégico del cementerio, lo cual ofreció un ambiente de paz y tranquilidad en donde las familias se unieron en oración para recordar con amor a sus seres queridos.
La tarde transcurrió con tranquilidad entre las tumbas el olor a tamales que debutaron muchos de los visitantes que una vez más acudieron al llamado de sus fieles difuntos.