YUNES: MAL DOMINGO

Columna #ParlamentoVeracruz del diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política. Juan Javier Gómez Cazarín

Política

Juan Javier Gómez Cazarín - 2024-05-14

Ayer fue un gran domingo para la campaña de Rocío Nahle. A sólo tres fines de semana para la elección, la candidata afianzó su delantera y consolidó su liderazgo.


Y si fue bueno para Rocío, obviamente fue mal domingo para los Yunes. Nueve alcaldes que en el 2021 ganaron con la bandera de algún partido de oposición (como el PRI, el PAN, el PRD o las RSP) y que han gobernado bajo esas siglas sus respectivos municipios desde el 1 de enero de 2022, decidieron expresar públicamente su apoyo a Morena y a nuestra candidata.


Se sacudieron la imagen de la pobre alianza del PRIAN-PRD y decidieron ponerse del lado correcto de la historia.


Creo que eso es muestra de varias cosas: 1.- Que no le tienen miedo a los Yunes y a sus amenazas. 2.- Que están convencidos de que lo mejor para Veracruz es la próxima gubernatura de Rocío Nahle. 3.- Que no se puede, al mismo tiempo, servir al pueblo con honestidad y apoyar a los Yunes. 4.- Que más allá de banderas de partido, realmente les importa lo que es mejor para Veracruz y para sus respectivos municipios.


Pero sobre todo, por encima de cualquier otra cosa, creo que estas deserciones son muestra de la estrepitosa e irrecuperable caída libre en que se encuentra la campaña yunista.


Y en esa caída, se están quedando cada vez más solos. Como apestados.


Con los alcaldes de ayer, ya suman 25 los Presidentes Municipales que se negaron a ser cómplices de un Yunato que sería nefasto para Veracruz.


Su razonamiento tiene lógica: si Miguel Ángel Yunes acabó con la quinta y los mangos en sólo dos años de mini gubernatura, sólo Dios sabe de lo que sería capaz su parentela en seis años completos de terrorífico mandato.


Y si eso fue por la mañana, la tarde del domingo no mejoró para el PRIAN.


En el segundo debate organizado por el OPLE, Rocío les pegó una vapuleada marca Acme, que exhibió la doble moral, la corrupción, la falta de coherencia, el clasismo, la misoginia, la red de complicidades y las mentiras descaradas del yunismo.


Rocío ganó el debate con propuestas, pero también diciéndole sus verdades al candidato títere de los que se apellidan igual que él.


Y si eso fue ayer domingo, los días por venir no pintan mejor para la campaña perdedora. Los Yunes están, hoy lunes, a 20 dolorosas jornadas de una derrota merecida, cantada, inevitable y contundente.


 

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