La selección nacional de México fue humillada por Uruguay en juego amistoso. El Tricolor cayó 4-0 en Denver contra unos charrúas que ni siquiera fueron exigidos y que con un equipo incompleto exhibieron todas las carencias de los azteca tanto en la cancha como en el banquillo.
Jaime Lozano tiene mucha responsabilidad de lo que pasó en Denver, de inicio decidió colocar en el campo un equipo que no era el estelar y que de paso salió espantado sobre el terreno de juego, por lo que todo eso lo aprovechó Uruguay.
Apenas habían pasado siete minutos y Darwin Núñez ya había hecho de las suyas en colaboración con el Tala Rangel que salió nervioso y colaboró en el primer tanto del encuentro.
El nerviosismo y el mal planteamiento de Lozano llevaron a que el Tricolor recibiera dos goles más en el primer tiempo, primero Facundo Pellistri y luego Darwin Núñez volvió a vacunarlos.
El 3-0 fue un castigo que acabó por completo con el ánimo azteca, cuando el equipo se fue al descanso en el camino al vestidor solo se veían cabezas agachadas. La derrota estaba consumada y no había forma.
En el complemento los charrúas no bajaron sus revoluciones y siguieron exhibiendo cada una de las carencias y empezando el segundo tiempo Núñez puso el cuarto en la frente.
La goleada desanimó a los más de 57 mil aficionados que se dieron cita en el Estadio de los Broncos de Denver de la MLS, los abucheos al Tala Rangel y al resto de la plantilla los llevaron mejor a apoyar a los charrúas coreando el ‘ole' cada que tocaban la pelota.
México no tuvo reacción, el Jimmy no encontró soluciones a pesar de que metió al campo a Alexis Vega, Julián Quiñones y Santi Giménez, pero de nada sirvió.
Ahora el Jimmy deberá replantearse muchas cosas de cara al juego del sábado contra Brasil, porque una nueva goleada puede dejarlo mal parado de cara a la Copa América y por más que tenga un respaldo, este se puede venir abajo por los resultados.