La sequía, que alcanzó a los ríos y pozos de Veracruz, provocó que grupos religiosos se apostaran en la orilla del Tancochín para hacer oraciones y cantos para que el agua regrese. Foto: Especial
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Con tristeza, la población del municipio de Tancoco, al norte del estado de Veracruz, observa cómo la sequía provocó la disminución del caudal del río Tancochín, lo que derivó en una mortandad de peces porque al no haber corriente, se les acabó el oxígeno y murieron.
En el tramo de La Laja hay un balneario natural que ante este fenómeno quedó en el abandono. La población está preocupada porque este era un punto turístico importante que generaba ingresos por los servicios que prestaban en los alrededores, pero con estas oleadas de calor el río terminó por descender hasta que casi desapareció. Apenas unos hilos de agua recorren entre piedras.
En redes sociales y en los accesos al río, que está rodeado de lajas de esquisto, se encuentra la advertencia sobre el riesgo de introducirse al río sin precaución, porque ante la mortandad de peces, el agua estancada y las altas temperaturas, se estaría generando un foco de infección, por lo que también solicitaron apoyo de las autoridades municipales para poder limpiar la zona de especies muertas.
La sequía, que alcanzó a los ríos y pozos de la región, provocó que incluso grupos religiosos se apostaran en la orilla del Tancochín para hacer oraciones y cantos, para que el agua regrese.
En Naranjos, municipio que también recorre el Tancochín, los habitantes aseguran que es la peor crisis de agua de la historia. “El río está seco, el vaso de captación casi vacío. Los pozos se están secando, se hicieron pozos profundos y los dejamos a medias, esperemos que los terminen para aminorar un poco el problema”, señaló Alfredo Martínez, agente municipal.
Y mientras que hay quienes se arrojan a la pena, organizaciones civiles aprovecharon la seca del cauce para hacer limpieza y recolectar desechos que pueden ser reciclados, preparándose precisamente para que en la temporada de lluvias el río corra normal y no afecte a los poblados por donde corre.
Otro río que también recorre la región es el Calabozo, el cual recorre los municipios de Platón Sánchez, Tantoyuca y Pánuco, el cual disminuyó de una manera dramática y provocó que este miércoles los pobladores salieran a bloquear la carretera para exigir a las autoridades atender el fenómeno porque debido a lo bajo del afluente un centenar de comunidades se quedaron sin agua.
El cauce se quedó seco, el agua ya no corrió. La gente apenas hace dos días, al ver la disminución del nivel del río decidió salir en procesión con el santo patrono de su pueblo, para orar en los márgenes, pero ayer miércoles encontraron que todo estaba totalmente seco. Ahora exigen soluciones para poder enfrentar sus necesidades básicas.