Rebeldes libios nombran nuevo jefe de Gobierno interino
El nuevo presidente provisional es Mahmud Yabril, quien estaba al frente del comité de crisis para asuntos militares y exteriores, y tendrá la facultad de nombrar a sus ministros.
Internacionales
- 2011-03-23
Los rebeldes libios designaron a Mahmud Yabril como nuevo jefe de Gobierno interino, en lo que parece un cambio en la estrategia seguida hasta ahora por el Consejo Nacional Transitorio Interino (CNTR), creado el pasado 27 de febrero, informó el canal catarí Al Jazeera.
Según la fuente, el nuevo presidente provisional, que estaba al frente del comité de crisis para asuntos militares y exteriores, tendrá la facultad de nombrar a sus ministros.
El nuevo jefe de Gobierno provisional desempeñó la representación exterior del CNTR hasta ahora y había viajado a París para encontrarse con el presidente galo, Nicolás Sarkozy, el primero en reconocer oficialmente a los rebeldes.
Considerado un reformista, su designación puede interpretarse como un paso hacia el reconocimiento exterior, aunque hasta ahora los rebeldes habían evitado esa denominación para tratar de aminorar el riesgo de división en el país.
Su elección, con la sede de un gobierno provisional en Bengasi, la capital rebelde, supone de hecho la existencia de dos gabinetes en el país y la partición de facto del territorio libio.
A la falta de organización de la revuelta y las protestas iniciadas en Bengasi el pasado 16 de febrero que un día después sacudieron el país de este a oeste, se sumó la ausencia de un liderazgo claro, que fue asumido de manera improvisada por Mustafa Abdeljalil, ex ministro de Justicia de Muamar Gadafi.
Sin embargo, las disonancias se hicieron evidentes desde el primer momento por su particular interpretación de las decisiones del CNTR, cuyo vicepresidente y portavoz oficial, Abdelhafiz Ghoga, tuvo que desmentirle en varias ocasiones.
Especialmente cuando, sin el consenso del resto de los consejeros, abogó por aceptar una salida para Gadafi con garantías de que los rebeldes no perseguirían penalmente al coronel, palabras que desataron una tormenta entre los consejeros y airados desmentidos.
A la ausencia de un liderazgo claro y visible, se había sumado la total descoordinación de los milicianos que han actuado en el plano militar con total falta de estrategia, lo que quedó evidenciado cuando Gadafi lanzó su contraofensiva y alcanzó las inmediaciones de Bengasi, donde sus tropas fueron detenidas por los ataques aéreos de la coalición internacional.