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Si algo tiene Veracruz es una larga y antigua historia. El estado fue testigo de la llegada de los españoles y de la transformación que sucedería entonces.
Así, los pasajes históricos están en todas partes, principalmente en el mar, pues fue así como llegaron los colonizadores. Sin duda esa etapa es de las que más curiosidad despierta en la población, y sin duda uno de los pasajes que más tiene mitos y leyendas fue cuando Hernán Cortés llegó a las costas de lo que hoy es Veracruz.
Tan vigente es la curiosidad por reconstruir el pasado que incluso hay investigaciones vigentes que han podido rescatar, por ejemplo, partes de las naves que Hernán Cortés habría mandado a hundir en las costas de la Villa Rica.
¿Cuándo llegó Hernán Cortés a Veracruz?
De acuerdo con el Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, perteneciente al Gobierno de México, fue un 22 de abril de 1519 cuando desembarcó una expedición al mando de Hernán Cortés, en un islote de Chalchiucueyetl-cuecan, que significa “arena sobre arena amontonada”.
En este lugar, nombrado entonces Villa Rica de la Vera Cruz, Hernán Cortés decidió instaurar un asentamiento que se convertiría en el primer ayuntamiento de México y América a la usanza española.
Una de las leyendas es que el español mandó a tirar anclas de las 10 naves en las que había llegado y las mandó a hundir, para mostrar así a su tripulación que ya no había vuelta atrás, solo quedaba seguir hacia la tierra descubierta.
¿Cuál es el proyecto para buscar las naves de Hernán Cortés?
Con el objetivo de desentrañar esta parte de la historia de la colonización, es que desde el año 2018 el INAH lleva a cabo el proyecto “Arqueología Subacuática en la Villa Rica y los pasos de Francisco del Paso y Troncoso en 1891”, a cargo del arqueólogo Roberto Junco Sánchez.
Este proyecto busca encontrar restos de los navíos hundidos por Cortés y se han logrado obtener imágenes que fueron captadas con una cámara subacuática, entre 2018 y 2019, a 12 y 15 metros de profundidad.
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Si bien el proyecto se suspendió durante la pandemia, el equipo de investigadores ha vuelto a reanudar desde el año pasado las inmersiones para desentrañar la historia. También con los hallazgos que se han obtenido se han realizado diversas exposiciones a fin de que el conocimiento llegue a todos.
Gracias al Instituto de Antropología e Historia (INAH) es posible saber que una de las piezas que llama la atención del proyecto de “Arqueología Subacuática en la Villa Rica” es un ancla, pues su buen estado de conservación, pese a los siglos que llevaba sumergida, permite investigar sobre ella.
Su estado de conservación es posible porque los sedimentos marinos que la cubrían. El ancla tiene una dimensión de 2.59 metros de largo en su caña y 33 centímetros en cada uno de sus brazos.
Señala que también se conserva su arganeo y parte del cepo de madera, elemento con el cual se ha podido determinar que provenía de un roble endémico de la cornisa cantábrica, al norte de España.
Además pueden establecer la fecha de origen en un intervalo que va del siglo XV al XVI; a pesar de esto, no hay indicios que relacionen el ancla con alguno de los barcos que, se presume, Cortés hundió en 1519, por lo que continúan las investigaciones.
