Aquí lo señalamos desde un poco menos de media campaña, que el águila no daría batalla por tratarse de un equipo de jugadores viejos y quemados, la mayoría contratados de un país centroamericano de segunda y que este año el equipo estaba para dar lástima.
El Águila defraudó en esta temporada.
Imagínese que en las últimas series de la temporada llaman a los fieles fanáticos para que los impulsen para poder entrar a los Playof, pero para ver si entran al ocupar el octavo lugar.
Imagínese en la actual temporada como aquí lo dijimos, terminarían en la cola.
Y es que ayer en casa los aguiluchos fueron de nuevo humillados por los Leones de Yucatán por 7 carreras a 3 y se llevaron la serie para la tierra del faisán y el venado.
Leones atacó el pitcheo de Reyes, en la primera entrada con cuatro carreras, coronado por un jonrón de Luis Juárez entre izquierdo y central y se llevó por delante a Taylor Motter, 4-0 la pizarra.
El Águila se metió en el juego en el octavo episodio, al primer pitcheo, Yasiel Puig detonó un cuadrangular al izquierdo con Herlis Rodríguez a bordo, 4-3 la pizarra.
Leones sentenció el juego en la novena entrada, con un ataque de tres carreras, Webster Rivas conectó doblete productor al derecho y mandó al plato a Camacho, Martínez y Peraza, 7-3 la pizarra.
El pitcher ganador fue César Valdez con seis entradas completas de trabajo, pelota de cuatro imparables, permitió una carrera, que fue limpia y ponchó a cinco bateadores.
El revés fue para David Reyes, con siete entradas completas de labor, permitió cinco hits, le hicieron cuatro carreras limpias y recetó dos ponches.
Pero eso sí, los propietarios de los emplumados ganaron lo que quisieron tanto por las entradas que son carísimas como la venta de artículos deportivos y la chatarra que se vende dentro del estadio.
Es decir, mientras los propietarios de los aguiluchos se retacan las bolsas de dinero, a los fanáticos se les desinfla el corazón de tristeza.
Así que como dijo el de los aritos, ya será en la próxima.