El candidato presidencial republicano Donald Trump dijo el lunes que aplicaría un arancel del 200% a las importaciones de John Deere si la empresa de maquinaria agrícola traslada su producción a México.
“Como saben, han anunciado hace unos días que van a trasladar gran parte de su negocio de fabricación a México”, dijo Trump en un acto sobre agricultura y China celebrado en Pensilvania.
“Acabo de notificar a John Deere ahora mismo que si hacen eso, vamos a poner un arancel del 200% a todo lo que quieran vender a Estados Unidos”.
Lael Brainard, principal asesora económica de la Casa Blanca, expuso el lunes un amplio plan del Gobierno del presidente Joe Biden para salvaguardar el sector automovilístico estadounidense de lo que considera prácticas comerciales desleales de China.
“China está inundando los mercados mundiales con una ola de exportaciones de automóviles debido a su propio exceso de capacidad. Ya vimos algo parecido en la crisis china de principios de la década de 2000, que perjudicó a nuestras comunidades manufactureras, y este Gobierno está decidido a que no haya una segunda crisis china”, dijo Brainard en el Club Económico de Detroit.
“Eso significa poner en marcha salvaguardas ahora, antes de que una avalancha de automóviles a precios injustamente bajos merme la capacidad del sector automovilístico estadounidense para competir de forma justa en la escena mundial”, añadió en el evento de Detroit.
En Estados Unidos se importan relativamente pocos automóviles y camiones fabricados en China.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos propuso el lunes prohibir software y hardware chinos en vehículos conectados en las carreteras estadounidenses debido a consideraciones de seguridad nacional, una medida que en la práctica prohibiría a casi todos los automóviles chinos entrar en el mercado estadounidense.
“Los estadounidenses deben conducir cualquier automóvil que elijan, ya sea de gasolina, híbrido o eléctrico”, dijo Brainard. “Pero, si eligen conducir un VE (vehículo eléctrico), queremos asegurarnos de que se ha fabricado en Estados Unidos, y no en China”.
La comparecencia de Brainard se da en un momento en que el destino de la industria automovilística y la presión de China se han convertido en uno de los principales temas de las elecciones presidenciales de 2024, con el candidato republicano Donald Trump sugiriendo que Pekín podría dominar la producción automovilística en el futuro.
A principios de este mes, el Gobierno de Biden fijó fuertes subidas arancelarias a las importaciones chinas, incluido un arancel del 100% a los vehículos eléctricos, para reforzar la protección de las industrias estratégicas frente a prácticas industriales estatales de China.
La Casa Blanca pretende garantizar que los fabricantes de automóviles chinos no puedan instalar fábricas en México para eludir los elevados aranceles.
“Vamos a tener que trabajar con nuestros socios de Canadá y México, para hacer frente al exceso de capacidad de China en los vehículos eléctricos mientras miramos a la revisión intermedia del USMCA en 2026”, dijo Brainard sobre el acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá.
La asesora presidencial dijo que funcionarios de Estados Unidos ya están en conversaciones con los de México y que comparten las preocupaciones de Washington sobre como China usa México como una plataforma para exportar a Estados Unidos a precios artificialmente bajos, dijo.
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