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De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 2023, se registraron 13,848 robos a transportistas y conductores en las carreteras de México, los cuales están concentrados en diez estados: Estado de México, Puebla, Michoacán, San Luis Potosí, Morelos, Jalisco, Tlaxcala, Nuevo León, Veracruz y Oaxaca.
Las regiones, cruciales para el transporte de carga, son ahora también zonas de alto riesgo. Entre las rutas más peligrosas se destacan la México-Puebla, México-Querétaro y Veracruz-México. Además, otras vías como la Puebla-Córdoba y la México-Cuernavaca también presentan altos niveles de criminalidad; el aumento de la violencia en las carreteras de México ha generado preocupación tanto en el sector de transporte como en los viajeros.
A medida que el país sigue siendo un punto clave para el tránsito de mercancías y turismo, las carreteras más peligrosas se han vuelto foco de robos y asaltos; según la Guardia Nacional, se reportan un promedio de 1,121 denuncias anuales por robo de vehículos en carreteras federales, una cifra que revela la magnitud del problema.
El estado de Veracruz no sólo es un cruce vital para el transporte de mercancías entre el Golfo de México y el resto del país, sino que también conecta con algunos de los corredores logísticos más importantes del país; sin embargo, la relevancia comercial lo ha convertido en un imán para la delincuencia, particularmente en tramos como la autopista Veracruz-México y otras rutas clave que atraviesan su territorio.
Los datos muestran que Veracruz forma parte de los diez estados donde se concentra más del 90% de los robos en carretera, junto con entidades como el Estado de México, Puebla y Michoacán; la vulnerabilidad de estas vías ha ido en aumento, afectando tanto a transportistas como a conductores particulares, quienes deben tomar precauciones adicionales al circular por ellas.
Entre las recomendaciones más importantes se destacan evitar las rutas más peligrosas, como la autopista Veracruz-México, especialmente durante la noche, cuando los incidentes son más frecuentes; además, contar con un plan de viaje que incluya paradas seguras y tener los números de emergencia siempre a la mano. Asegurarse de que el vehículo esté en buen estado antes de salir.
No llevar grandes sumas de dinero en efectivo. Ser discreto con la información sobre el viaje. Para los transportistas, es fundamental seguir las recomendaciones de las autoridades y mantenerse informados sobre los puntos críticos para minimizar los riesgos durante sus recorridos
