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El alcalde de Ixtaczoquitlán, Veracruz, , Nahúm Álvarez Pellico, ni sin inmuta ni se acongoja y poco le preocupan las diversas críticas y señalamientos de los ciudadanos de dicho municipio del centro del Estado, el se mantiene firme en su narrativa discursiva “Tengo la conciencia tranquila”. Esto lo afirma a pesar de que el Órgano de Fiscalización Superior del Estado de Veracruz (ORFIS) reportó un daño patrimonial superior a los 70 millones de pesos en la cuenta pública de 2023.
Sin embargo, más allá de su discurso, los hechos presentan una realidad distinta. Un ejemplo es la famosa ciclovía que se supone conectaría Escamela con la UV en Sumidero, un proyecto que, con un presupuesto de más de cinco millones de pesos, debía impulsar la movilidad y seguridad en la zona.
Sin embargo, hasta el día de hoy, no hay resultados se ha construido menos de un kilómetro de infraestructura en una avenida plagada de baches y reparaciones deficientes. Los vecinos de las calles San Juan y Francisco Ignacio Madero no solo han manifestado su descontento, sino que también cuestionan abiertamente a una administración que parece más interesada en el maquillaje de cifras que en las verdaderas necesidades de los habitantes del municipio.
De acuerdo con el informe del ORFIS, Ixtaczoquitlán ocupa el primer lugar del estado en cuanto a daño patrimonial, lo que refuerza la percepción de ineficiencia y desvío de recursos públicos. Pero, el presidente municipal de Morena, Nahúm Álvarez Pellico, en lugar de explicar estos millonarios desvíos de recursos parece más preocupado por asegurar su futuro político.
De manera anticipada, ya comienza a mover sus piezas, impulsando al actual director de Servicios Municipales, José Luis Cortés Sánchez, alias “Chévis”, como su sucesor para las elecciones municipales de 2025.
Los cuestionamientos a su fracasada administración no cesan al pretender dejar en el cargo Cortés Sánchez, alias “Chévis”, que es su carta fuerte o simplemente un peón dentro de un juego que busca perpetuar el control de Álvarez Pellico en el municipio. mientras los ciudadanos ven que el alcalde ve sólo su interés público y beneficio personal.
La cuestión de fondo para los habitantes de Ixtaczoquitlán no es solo política, sino de futuro. Sobre lo que merece y necesita la población de Ixtaczoquitlán, desarrollo y bienestar son las respuestas que se repiten en las calles, pero las promesas quedan en eso promesas y las obras no terminadas, y la gente está cansada del discurso, “antes robaban más” que es lo que expresan los defensores del alcalde. La realidad es que la población ya no quiere excusas, su destino no puede estar esperando los proyectos fallidos ni a la ambición del alcalde.
