A pesar de que analistas, activistas y migrantes habían anticipado un aumento en el flujo migratorio en la frontera norte de México debido a la política migratoria de Donald Trump, quien ayer fue electo presidente de Estados Unidos y ha señalado a los migrantes como responsables de los problemas del país, la reacción oficial ha sido moderada.
Carlos Enrique Escalante Igual, director de Atención a Migrantes en el Gobierno de Veracruz, minimizó la amenaza que representa la próxima administración de Trump, quien será ratificado como el 45° presidente de Estados Unidos en enero.
“La mano de obra es fundamental para Estados Unidos, y es habitual que cada presidente busque regular la situación migratoria”, comentó Escalante. Agregó que el nuevo gobierno se enfocará en regularizar a los migrantes sin documentos, aumentando las visas de trabajo y priorizando la seguridad en los pasos migratorios.
El funcionario descartó la posibilidad de deportaciones masivas, aclarando que estas suelen realizarse en puntos de control migratorio, no en centros laborales.
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