El diputado local del PRI, Héctor Yunes Landa dijo que no procederá en contra de los “porros y borregos aulladores” que el secretario de Seguridad Pública, Cuauhtémoc Zúñiga Bonilla, llevó ayer miércoles al Congreso del Estado para que lo atacaran verbalmente, uno de los cuales agredió a una comunicadora cuando se retiraba del recinto legislativo.
Presentó un Punto de Acuerdo en el que pide que se garantice la inviolabilidad del Congreso del Estado para que no esté a expensas de que los secretarios de despacho puedan llevar a los porros que quieran. Recordó que el Reglamento para el Gobierno Interior del Poder Legislativo señala que los comparecientes podrán hacerse acompañar, para auxiliarse en el desarrollo de sus comparecencias, de hasta 20 colaboradores, “no para llenar el auditorio”.
Además, los acompañantes, al igual que el compareciente, evitarán al interior del Palacio Legislativo y en los alrededores de éste, todo acto multitudinario o de promoción personal con tal motivo y por cualquier medio, y se conducirán en todo momento con apego a los principios que establecen la relación respetuosa entre los Poderes del Estado. Aunado a ello, cada persona que diga ser colaborador del compareciente se deberá identificar y acreditar su dicho.
Debo decir que esta propuesta ha sido motivada por los hechos de violencia que se suscitaron el día de ayer 20 de noviembre del 2024 al interior de la sede del poder legislativo, en el que la reportera Concepción Sánchez Rodríguez del medio de comunicación INFO VERDAD que realizaba su trabajo fue agredida por una persona que, formaba parte de la comitiva del secretario de Seguridad Pública del Estado.
Mencionó que se dice que cada persona recibió un pago de 500 pesos para ofender y agredir. Incluso, dijo que identificó plenamente a 2 personas armadas en el interior del auditorio “Sebastián Lerdo de Tejeda”, recinto donde se llevan a cabo las comparecencias de los secretarios de despacho por la glosa del sexto y último Informe de Gobierno.
Debo decir, como consta a quienes estuvieron presentes en la comparecencia del día de ayer, que incluso había personas armadas dentro del edificio, lo que representa una de las violaciones más graves a la sede del poder legislativo.
Las comparecencias son un ejercicio democrático de rendición de cuentas y no de promoción personal, menos para la movilización de porros para amedrentar a quienes ejercemos la función parlamentaria.