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La candidatura de José Mayolo García Pérez a continuar como dirigente del sindicato del Poder Ejecutivo, ha despertado preocupación entre la base sindical y diversos sectores, debido a su historial vinculado con prácticas cuestionables y su cercanía con grupos que representan la continuidad de las viejas formas de hacer política.
Trabajadores consultados señalaron que el aspirante arrastra compromisos con intereses particulares, propios de las pasadas administraciones, lo que pone en entredicho su capacidad para conducir con transparencia y compromiso real hacia la base sindicalizada.
De acuerdo con testimonios, García Pérez forma parte de una generación de cuadros que ha estado más preocupada por los beneficios personales que por atender las demandas laborales. Su nombre aparece reiteradamente relacionado con prácticas de corrupción, favoritismo y uso indebido de recursos.
La inquietud se acentúa porque, de llegar a la dirigencia, su proyecto significaría un retroceso: mantener los vicios del pasado, la simulación en los procesos internos y el descuido de los derechos de la base trabajadora.
En contraste, voces sindicales han manifestado que la base necesita una dirigencia honesta, con experiencia limpia y con visión de futuro, dejando atrás personajes como García Pérez, que simbolizan la corrupción que tanto daño ha causado a los trabajadores.
