Recibe Calderón Premio al Estadista Mundial en Davos

El Presidente Felipe Calderón Hinojosa recibió el Premio al Estadista Mundial de manos del profesor Klaus Schwab, presidente y fundador del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, y ofreció un mensaje relacionado con la situación económica mundial, que "es la peor crisis de que tengamos memoria".

El mandatario mexicano sostuvo que con la crisis económica los países "tenemos una bomba de tiempo; la bomba se encuentra en Europa y estamos trabajando en conjunto para desactivarla antes de que explote encima de todos nosotros".

Subrayó que en esas circunstancias México ha asumido la presidencia del Grupo de los Veinte (G20), con lo cual se convierte en el primer país latinoamericano que encabeza ese foro; en ese papel buscará el consenso para restaurar la estabilidad y el crecimiento económicos.

De acuerdo con información divulgada por la Presidencia de la República, el Ejecutivo federal mencionó que también se impulsará el fortalecimiento de las instituciones financieras internacionales y la redirección del crecimiento hacia esquemas sustentables, que privilegien la justicia social y el respeto al medio ambiente.

Calderón Hinojosa detalló que a diferencia de hace varios años, México tiene una economía sólida y en crecimiento que genera miles de empleos cada año, con una tasa de inflación muy baja.

Recordó que al igual que otros países latinoamericanos, hace unos cuantos años México sufrió crisis recurrentes que tuvieron costos muy altos a niveles social, económico y político, por lo que pueden entender los 'tiempos difíciles' a los que se enfrentan los europeos.

"No podemos evitar recordar nuestras propias experiencias, a pesar de la diferencia en las circunstancias, percibimos similitudes suficientemente interesantes", expuso.

El presidente de la República explicó que normalmente una crisis financiera tiene que ver con desequilibrios, ya sean fiscales o de cuenta corriente, y "ambos son fuente de preocupación".

Indicó que en particular los desequilibrios fiscales son resultados de un gasto gubernamental no controlado que lleva a un aumento fuerte en el déficit público, por lo que son necesarios los aumentos en la deuda nacional y extranjera.

Otro aspecto son los eventos en la esfera nacional o la internacional que implican a los inversionistas y generan un aumento en las tasas de interés, lo que hace que sean impagables las deudas y los problemas de liquidez se vuelvan en insolvencia, abundó Calderón Hinojosa.

El jefe del Estado mexicano mencionó que es importante "distinguir la diferencia entre la liquidez y la insolvencia porque si el problema es liquidez, entonces uno necesita efectivo, pero si el problema se trata de la insolvencia, se requiere de una reestructura de la deuda".

Refirió que "la clave" es recuperar la confianza, para lo cual es esencial realizar un diagnóstico honesto y creíble, hablar claramente con las personas y los inversionistas acerca de los costos, y asegurarse de que el ajuste sea lo suficientemente grande, y que se implante, que se ponga en marcha de manera audaz y rápido.

Asimismo recordó que en la crisis de 1995, México era una nación solvente, pero carecía de liquidez; para enfrentar esa situación el presidente Ernesto Zedillo, miembro del Foro Económico Mundial, aplicó un ajuste severo a nivel fiscal pese a los costos sociales y políticos.

Felipe Calderón aseveró que también fue determinante el liderazgo demostrado por el ex presidente estadunidense William Clinton "pues asumió, y hay que reconocerlo, un gran riesgo político enfrentándose a gran oposición nacional para apoyar a México y evitar que la situación se saliera de control".

Al final de cuentas México ajustó sus finanzas, recuperó su crecimiento y Estados Unidos recuperó todo su dinero con intereses y con buena rentabilidad, detalló.