CIUDAD DE MÉXICO: La huelga que detonó unión y fuerza

A 12 años del fin de la huelga en la UNAM, jugadores de aquel equipo recuerdan la fortaleza que les dio el conflicto

Deportes

- 2012-02-06

El fin de la dolorosa huelga de la UNAM (1999-2000) dio a los Pumas el ímpetu necesario para hacer su rugido más fuerte, exitoso y unido a su ferviente afición.

La entrada de la Policía Federal Preventiva a Ciudad Universitaria para recuperar las instalaciones de la máxima casa de estudios del país -hoy hace 12 años- devolvió el alivio, no sólo a miles de estudiantes, sino también la sonrisa a los futbolistas de Universidad Nacional. Confiesan Joaquín Beltrán y Jesús Olalde.

"Estábamos al pendiente del término de la huelga. Escuchamos comentarios de que la huelga podía terminar", recuerda el ex defensa central auriazul. "Sabíamos que iban a hacer un operativo para tratar de recuperar las instalaciones de la Universidad y por supuesto, nos enteramos después, ya que la PFP logra tomar las instalaciones".

De abril de 1999 a febrero de 2000, los Pumas fueron condenados al exilio de no poder jugar bajo el cobijo de su tribuna, lejos del Olímpico Universitario, todo era más triste para los felinos. La nostalgia se apoderó de los jugadores auriazules, por no sentir a su público cerca.

"Fue un momento triste para el equipo, sobre todo, porque no podíamos estar en nuestro estadio, al principio, la gente de la ciudad de México se trasladaba a Querétaro a seguirnos. Ya después, fue un alivio ver que recuperamos CU, por los estudiantes, por la gente que trabaja ahí, por recuperar a la UNAM y por el equipo. Siempre ver a los Pumas en CU es algo especial", narra Beltrán.

El zaguero también fue afectado por el paro estudiantil, que rechazaba el aumento de cuotas en la UNAM, ya que le impidió continuar con sus estudios en la Facultad de Química.

Sin embargo, asegura que con el fin del conflicto, el alivio llegó y en el terreno deportivo sirvió para que los Pumas tomaran un rumbo correcto, con el apoyo fiel de sus seguidores.

"No creo que la época dorada de Pumas haya sido consecuencia de la huelga, pero después, sí hubo una época muy importante de decisiones para el club, que lograron que hubiera una sinergia a nivel directiva, cuerpo técnico, jugadores y afición, que afortunadamente desembocó en un bicampeonato, en un equipo protagonista en las liguillas, en las copas Libertadores", considera El Joaco.

Tras la entrada de la Federal Preventiva al campus universitario aquel 6 de febrero de 2000, los felinos tardaron poco menos de un mes en regresar a jugar al estadio de CU.

Jesús Olalde recuerda que el retorno a su cueva fue especial, el 5 de marzo del mismo año para enfrentar a los Tecos, hoy Estudiantes.

"Al final de la huelga, cuando jugamos el partido ante Tecos, lo ganamos, era vital, porque significaba volver romper con el hielo, de la huelga", rememora el ex delantero puma.

La lección para la UNAM y los Pumas quedó clara para Joaquín Beltrán y Jesús Olalde, al reflexionar acerca de un paro estudiantil de 10 meses.

"La huelga le sirvió a la Universidad como experiencia para futuras ocasiones de negociaciación, para que no vuelva a suceder. A partir de la huelga, el estadio tuvo cada vez mayor afluencia, la gente se dio cuenta de lo padre que es ir al estadio de Ciudad Universitaria a disfrutar un partido de Pumas", coinciden.

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