Ebadi denuncia que la represión en Irán nunca ha sido tan grave como ahora
Asimismo, denunció la "desaparición forzada" de dos líderes opositores: Mir Hussein Musavi, y Mehdi Karrubi, quienes están detenidos y totalmente incomunicados desde principios de febrero en sus domicilios.
Internacionales
- 2011-03-09
Ginebra.- Shirin Ebadi, premio Nobel de la Paz y activista iraní, denunció hoy que las violaciones de los derechos humanos y la represión de la oposición en Irán "nunca han sido más graves" en los dos últimos años, desde que se celebraron las cuestionadas elecciones presidenciales.
La líder opositora aseguró que la situación en Irán se asemeja a una "pira que puede encenderse con una chispa" y que la sociedad está lista para levantarse contra el régimen actual, aunque dijo que "no es fácil predecir cuándo ni cómo ocurrirá", manifestó Efe.
Lo que sí está claro, agregó, es: "No queremos que Irán se convierta en otra Libia, no queremos una guerra civil, sino que (la revolución) ocurra de manera pacífica y sin un baño de sangre".
Ebadi compareció ante la prensa en Ginebra acompañada por el presidente de la Liga Iraní por los Derechos Humanos, Karim Lahidji, quien pronosticó que serán "los jóvenes y las mujeres las que liderarán el cambio". Los menores de 30 años representan el 70% de la población.
El activista sostuvo que desde las elecciones presidenciales de 2009 un centenar de personas han muerto en la represión de manifestaciones y que "miles han sido arrestadas, como lo han reconocido públicamente dos altas autoridades judiciales".
Agregó que entre los detenidos hay al menos un centenar de estudiantes y una veintena de profesores universitario, además de unos cuarenta periodistas y 'blogueros'.
Asimismo, denunció la "desaparición forzada" de dos líderes opositores: Mir Hussein Musavi, y Mehdi Karrubi, quienes están detenidos y totalmente incomunicados desde principios de febrero en sus domicilios.
"Nadie conoce su situación exacta, ni siquiera su familia. Se les han cortado todos los medios de comunicación, lo que puede equipararse a una desaparición forzada", explicó.
Lahidji dijo que su organización ha presentado ambos casos al Grupo de Trabajo de la ONU sobre Desapariciones Forzadas para que este órgano pida explicaciones al Gobierno iraní.
Ebadi dijo que cualquier prisionero común en su país está en mejores condiciones que Musaní y Karrubí, pues a los primeros se les permite tener comunicación una vez a la semana con sus familiares.
La laureada con el Nobel de la Paz está en Ginebra para apoyar las gestiones para que el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que actualmente está en reuniones, adopte una resolución de condena de la situación en Irán y cree la figura de un relator especial para este país.
Los relatores designados específicamente para vigilar la situación de derechos humanos en un país existen sólo para los casos de abusos flagrantes -como los de Corea del Norte o Birmania- y su nominación siempre está precedida de un proceso políticamente sensible.
Una decisión a este respecto será tomada en la segunda mitad de marzo.
Ebadi garantizó que continuará en su lucha desde el exterior en favor de los derechos humanos en Irán, a pesar de todas las represalias de las que ha sido víctima no sólo ella, sino toda su familia dentro del país, por parte del régimen de Mahmud Ahmadineyad.
Relató que en un primer momento su esposo y su hermana fueron detenidos y luego liberados -el primero bajo fianza-, pero sus pasaportes fueron confiscados y no pueden salir del país.
Posteriormente, su activos y propiedades fueron confiscados y se le acusó de no haber pagado impuestos por el dinero que recibió por el Premio Nobel, "pero que está exonerado según las leyes fiscales de Irán", señaló.
"El objetivo era detener mis actividades, pero no tengo intención de hacer lo que ellos quieren", aseguró Ebadi.