Cocaína circula libre en Venezuela: New York Times

Venezuela mantiene un centro de tránsito de cocaína que es coordinado por la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), aunque el gobierno ha hecho alarde de golpes contra narcotraficantes, denunció ayer el diario The New York Times (NYT).

El diario señaló que durante una visita realizada a una remota región de vastas planicies en el oeste de Venezuela, comprobó que la guerrilla colombiana maneja uno de los centros más transitados del mundo para el movimiento de la cocaína hacia Estados Unidos.

El hecho demuestra que Venezuela ha exagerado sus golpes contra traficantes, cuando hace alarde de la incautación de barriles de cocaína líquida, aviones cargados con droga, así como la destrucción de pistas de aterrizaje y el desmantelamiento de laboratorios, apuntó NYT.

El rotativo indicó que además de controlar el tránsito de estupefacientes en el estado venezolano de Apure, sus habitantes son además víctimas de extorsión.

Añadieron que los rebeldes transitan libremente en la frontera con Colombia e ingresan al departamento de Arauca.

De acuerdo con el testimonio del ex gobernador de Apure, Luis Lippa, desde allí salen vuelos cargados de cocaína que tienen como destino a Centroamérica y las islas del Caribe.

Durante varios años Estados Unidos ha trabajado de cerca con gobiernos amigos en Colombia, México, Honduras, Guatemala y otros países de América Latina, invirtiendo miles de millones de dólares para interrumpir el flujo de drogas hacia el norte.

No obstante, debido a las relaciones antagónicas con el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, este dinero y el apoyo de agentes antidrogas no han podido extenderse hasta esa nación.

La Oficina Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca estima que cerca de 24 por ciento de la cocaína enviada desde Sudamérica en 2010 pasó a través de Venezuela, lo que representa más de 200 toneladas.

Según la oficina de la agencia estadunidense antidrogas (DEA) esta situación se generó luego de que Chávez expulsara de su territorio a este organismo en 2005, cuando acusó a los agentes de ser espías.

“Les salió el tiro por la culata”

El presidente Chávez dijo ayer que “a los golpistas” de Paraguay y “al imperio yanqui les salió el tiro por la culata” con la entrada de Venezuela al Mercosur, como “contraataque” al derrocamiento del presidente Fernando Lugo.

“Les salió el tiro por la culata a los golpistas de Paraguay y no a ellos nada más, porque ellos solamente son instrumento del imperio yanqui, que estuvo detrás de quienes se oponen, se opusieron, al ingreso de Venezuela al Mercosur”, aseguró el gobernante venezolano en un acto de entrega de créditos y viviendas.

El “imperio yanqui” actuó, “sin duda”, a través de “la CIA y todos esos mecanismos que compran gente, chantajean y amenazan”, añadió el jefe de Estado en el acto, transmitido en cadena nacional obligatoria de radio y televisión.

Chávez confirmó que el próximo lunes viajará a Brasilia donde un día después se efectuará “el acto histórico de entrada” de su país en el Mercado Común del Sur (Mercosur) que asocia a Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, tal como se decidió el pasado 29 de junio en la ciudad argentina de Mendoza.

Durante una cumbre presidencial celebrada ese día, Argentina, Brasil y Uruguay suspendieron a Paraguay debido a la destitución de Lugo y sellaron el ingreso de Venezuela como miembro pleno del Mercosur.

“Derrocaron lamentablemente a nuestro hermano el presidente Lugo, pero el contraataque fue fulminante: Venezuela al Mercosur. Además, estoy seguro de que el pueblo paraguayo, más temprano que tarde, retornará a la democracia”, subrayó Chávez.

En tanto, la Organización de Estados Americanos confía en que Venezuela no consume sus planes de retirada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH).

“Yo espero que (Caracas) no lo haga. Sería una pena que Venezuela se convirtiera en el único latinoamericano que no es miembro de la CorteIDH o que no la reconoce”, indicó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza.