El Consejo de Seguridad Nacional informó de la posibilidad en respuesta a la sangrienta represión de las manifestaciones en ese país
Internacionales
- 2011-04-25
La Casa Blanca admitió hoy por primera vez que considera la posibilidad de imponer sanciones contra el gobierno sirio en respuesta a la sangrienta represión de las manifestaciones en ese país para reclamar reformas democráticas.
En un comunicado, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Tommy Vietor, indicó que la violencia del régimen de Damasco contra su propio pueblo es "completamente deplorable y la condenamos en los términos más enérgicos".
Estados Unidos, agregó, se plantea "una gama de posibles opciones, entre ellas la imposición de sanciones con objetivos muy concretos, para responder a la violencia y dejar claro que este comportamiento es inaceptable".
Por su parte, en su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, declaró que las posibles sanciones buscarían "dejar claro al gobierno sirio" que Estados Unidos considera "que debe abandonar la violencia que ha estado perpetrando contra sus ciudadanos".
Aunque no quiso precisar la naturaleza de las posibles sanciones, indicó que Estados Unidos se mantiene en contacto con sus aliados y con la ONU sobre posibles opciones.
Estados Unidos ya impone un gran número de sanciones contra el régimen sirio, al que considera un patrocinador del terrorismo.
Las sanciones que se podrían establecer afectarían directamente en este caso a los dirigentes del régimen, comenzando por el propio presidente, Bachar al Asad, y su familia, de modo similar a las sanciones adoptadas contra el régimen de Muamar el Gaddafi en Libia tras el comienzo de la represión violenta contra las protestas en ese país en febrero.
No obstante, Carney rechazó trazar paralelismos entre la situación en Libia y Siria, al indicar que "cada país es diferente" y en Libia, Muamar el Gaddafi había perdido el control de buena parte del país y preparaba un asalto militar contra su propio pueblo.
Como ha sucedido hasta ahora -y contrariamente a lo ocurrido en Libia, donde la Casa Blanca exigió casi desde el comienzo de la violencia la marcha de Gaddafi-, el portavoz rechazó lanzar un llamamiento para la marcha de Asad e indicó por contra que "depende del pueblo sirio decidir quién debe ser su líder".
"El pueblo sirio debería desde luego ser respetado, sus derechos deberían respetarse, no deberían ser atacados ni se les debería matar", indicó Carney.
Hasta el momento, más de 300 personas han muerto en la represión de las manifestaciones para reclamar una transición democrática en Siria, donde la familia Al Asad gobierna desde hace más de cuarenta años.
Jordania indicó hoy que Siria ha cerrado su frontera común, aparentemente con el objetivo de impedir que los disidentes puedan huir hacia el país vecino.
En los últimos días, la Casa Blanca ha emitido comunicados cada vez más duros para condenar la violencia del régimen del presidente Bachar al Asad.
El régimen sirio recurrió hoy a los tanques del Ejército para aplastar las protestas, en una intervención militar que ha causado más de veinte muertos, según fuentes de la oposición.
La acción del Ejército se ha centrado en la ciudad de Deraa, en el sur del país, y en la localidad de Duma, en los alrededores de Damasco, y ha incluido disparos a edificios y grupos de manifestantes, según activistas de derechos humanos.