El 'sí' logró 57% de los votos en la primera etapa celebrada hace una semana, según cifras oficiosas
Internacionales
Agencias - 2012-12-22
Los egipcios votan este sábado en la segunda y última parte del referendo sobre el proyecto de Constitución islamista, que pese a la encarnizada campaña llevada a cabo por la Oposición y una profunda crisis política, sería previsiblemente adoptada.
Este sábado por la mañana, antes incluso de la apertura de los colegios electorales hacia las 8:00 horas, tiempo local, ya se habían formado colas de espera en las 17 gobernaciones llamadas a votar, entre las que se encuentran Guizeh, vecina de El Cairo, y Luxor.
"Votaré sí porque Egipto necesita una Constitución para estabilizarse", dijo Mohamed Hamza, un conductor de 49 años, quien esperaba ante un colegio electoral de Guizeh.
Cerca de él, Sayed Mostafa, un contador de 25 años, aseguró que votará que no.
"Esta Constitución no respeta a los egipcios, olvida que en Egipto hubo una revolución. Merecemos algo mejor", dijo.
Inicialmente, la votación de los cerca de 25 millones de personas llamadas a las urnas terminaría a las 19:00 horas, pero la semana pasada la comisión electoral la prolongó cuatro horas, hasta las 23:00 horas.
La comisión, citada por la agencia oficial Mena, indicó que anunciaría los resultados definitivos dos días después del final de la votación.
El "sí" ganó con un 57 por ciento de los votos en la primera etapa celebrada el sábado pasado, según cifras oficiales. Esto permite pronosticar una aprobación del proyecto de Constitución a escala nacional.
La división del país en dos zonas de votación consecutiva se llevó a cabo para hacer frente al boicot de los jueces encargados de supervisar el referendo, enfrentados al Presidente islamista, Mohamed Morsi, a quien acusan de socavar la independencia de la justicia.
Para los partidarios del Presidente, la adopción de una nueva Constitución dotaría por fin al país de un marco institucional estable que pondría fin a la tumultuosa transición que vive Egipto desde la caída del expresidente Hosni Mubarak en febrero de 2011.
Temen creciente islamización
La Oposición, compuesta en su mayoría por movimientos de izquierda y liberales, considera que este texto abre la puerta a una creciente islamización y presenta importantes lagunas en materia de protección de las libertades. La oposición denunció numerosos "fraudes e irregularidades" durante la primera etapa del referéndum.
La votación estuvo precedida de varias semanas de manifestaciones que, en ocasiones, derivaron en enfrentamientos entre adversarios y partidarios de Mursi y de la formación de la que salió, los Hermanos Musulmanes.
A principios de diciembre, ocho personas murieron en enfrentamientos de este tipo en los alrededores del palacio presidencial situado en Heliópolis, en las afueras de El Cairo. El viernes, la Policía utilizó gases lacrimógenos en Alejandría para dispersar a partidarios y detractores del proyecto de Constitución.
Si el proyecto de ley fundamental es aprobado, se prevé la celebración de elecciones legislativas en dos meses para reemplazar a la Asamblea disuelta en junio.
Pero, según los analistas, la adopción de la nueva Constitución no pondrá fin a la crisis y la inestabilidad podría prolongarse, debido a las profundas diferencias entre los dos bandos en su visión de la sociedad egipcia pos-Mubarak.
Mohamed ElBaradei, el jefe del Frente Nacional de Salvación (FSN), la principal coalición opositora, opinó que "el país está al borde de la quiebra".
Por su parte, el mufti de Egipto Ali Gomaa, una de las principales autoridades musulmanas del país, solicitó a todas las fuerzas políticas aceptar los resultados la consulta y situar el interés de Egipto por encima de cualquier consideración partidista".
Este referendo se lleva a cabo en un contexto de grave crisis económica.
Las incertidumbres políticas ya causaron la postergación de una solicitud de préstamo de 4 mil 800 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI) y obligaron a Morsi a congelar los aumentos de impuestos que hubieran afectado al clima social.