Columna sin nombre: PIERDE LA CABEZA YUNES CON CIRO GÓMEZ LEYVA

En el noticiero nocturno de Ciro Gómez Leyva por MILENIO Televisión transmitido este martes, retomaron nuevamente la sección de VOTO X VOTO, referente a cómo van en las encuestas los estados de la república que este año tienen comicios electorales, renovándose 12 gubernaturas, entre ellas Veracruz.

Cabe recordar que este tipo de trabajos ya los realizaba Gómez Leyva desde CNI Canal 40, antes de su desaparición, y desde entonces el periodista se ha convertido en una especie de oráculo para tener una idea de cuáles serían los resultados finales en una elección.

Esta reputación es precedida con el caso reciente de Andrés Manuel López Obrador, el que en su momento parecía el candidato indestructible y futuro presidente de México, pero una vez que Gómez Leyva dio a conocer que Felipe Calderón ya lo había alcanzado, sobrevino la caída del falso mesías tabasqueño.

La historia ya todos lo sabemos. Calderón es presidente; López Obrador no.

Nuevamente Gómez Leyva se convierte en la pesadilla de los políticos veracruzanos: primero fue con el dirigente del PRI estatal, Jorge Carvallo; luego con el diputado federal Adolfo Mota; y finalmente con el tristemente diputado local y hoy candidato a la alcaldía de Minatitlán, Leopoldo Torres, a quien Gómez Leyva exhibió en su real naturaleza.

Ahora le tocó a un panista --o neo panista, como quiera llamarle-- candidato a la gubernatura de Veracruz. Miguel Ángel Yunes Linares estaba cenando cuando de repente se atragantó con un molote al escuchar que Javier Duarte de Ochoa, candidato del PRI, le ganaba dos a uno en la encuesta presentada por la empresa Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) en el noticiario de MILENIO.

Inmediatamente llamó a la redacción y lo pasaron al aire, donde de entrada dijo que tenía en su poder la misma encuesta pero con resultados favorables al PAN en las candidaturas a las alcaldías y diputaciones.

Como si fuese jefe de información, le espetó de manera imperativa a Ciro que “eso también hay que leerlo”, aunque el periodista de entrada le dijo que desconocía de dónde sacaba ese dato que estaba dando a conocer.

Pero cambió la táctica: de inmediato se fue contra Federico Barrueto, el representante de GCE --quien en esos momentos estaba presente junto a Ciro-- diciendo que era empleado del PRI, del gobierno de Veracruz y de Javier Duarte porque él (Berrueto) y Liébano Sáenz eran los asesores del candidato priísta, que no era posible que se ostentaran como una encuestadora imparcial y dando a conocer los resultados que le provocaron el sobresalto.

Ciro trató de preguntarle: “¿Entonces no aceptas los resultados de esta encuesta?”, pero Yunes Linares sólo interrumpía para --según él-- dar sus argumentos de porqué desconocía los resultados.

“No, pero ¿desconoces los resultados de la encuesta?” insistió Ciro varias veces, sin lograr una respuesta concreta del candidato blanquiazul, quien se limitó a decir que tenía unos documentos resguardados con un notario público de Veracruz, donde según él todos los malos de la película fueron tan ingenuos como para firmar papeles donde se plasmaban sus planes siniestros.

Sin dejar hablar al titular de la emisión, y descalificando la encuesta (de paso a la prestigiada televisora) sin un argumento sólido, Yunes Linares se centró nuevamente en algo que ya fue desmentido en Veracruz, pero que quiere llevar al panorama nacional: que un tal JJ, maestro de las campañas oscuras y casi casi pupilo de Darth Vader, está ocasionando una guerra sucia en su contra, pese a que el mismo señor de la doble jota ya desmintió ante una entrevista exclusiva dada al periódico NOTIVER que ni siquiera estaba participando en la campaña de Javier Duarte.

Que además Yunes estaba resentido con él porque no le quiso ayudar en la campaña a la alcaldía de su hijo cuando era aspirante en Boca del Río.

Todavía con el molote a medio pescuezo, Yunes refunfuñaba por teléfono que la encuesta no era válida. Ciro le volvía a preguntar “¿descalificas la encuesta?”, pero Yunes nunca dio una respuesta contundente.

En el extremo de la desesperación por dar un versión coherente, Yunes Linares incluso mencionó que la esposa de Liébano Sáenz y la del gobernador de Veracruz son muy amigas porque son de Chihuahua, a lo que Ciro Gómez Leyva le criticó: “Oye, Miguel, qué nivel”

El mismo Federico Berrueto comentaba al principio de la sección que felicitaba la reacción de Gabino Cue pese a los resultados adversos en las encuestas dadas a conocer en MILENIO Televisión rumbo a los comicios a la gubernatura de Oaxaca.

Yunes por el contrario comenzó a delirar y a decir que su campaña, que si de propuestas, que si los veracruzanos, bla bla, y Ciro Gómez Leyva prefirió irlo despidiendo paulatinamente, hasta que en su desesperación Yunes Linares profirió al decir que no “contaban con ética”, que inmediatamente fue contestado por el periodista: “Me parece que no tienen ética quienes descalifican las encuestas”.

--Pero es que mi campaña, Veracruz, los veracruzanos, bla bla--

Y Ciro lo remató con un simple: “Así siempre es el discurso de los que van abajo en las encuestas”.

EPÍLOGO: En algunos círculos se decía que si a López Obrador le hubieran puesto a Yunes para perseguirlo con el caso del desafuero, el tabasqueño probablemente hubiera hasta huido del país. Hoy nos damos cuenta que tanto el veracruzano como el ex candidato presidencial, padecen de los mismos síndromes: delirios de persecución, mitomanía, soberbia. López Obrador se asfixió en su propio teatro; a Yunes le está pasando lo mismo.

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