+ Todo el proceso, conocido como sede vacante, está reglamentado paso a paso en la Constitución Universi Dominici Gregis.
Internacionales
REFORMA.COM - 2013-02-28
Este jueves, a partir de las 14:00 horas, tiempo de México, el Papa Benedicto XVI renunciará a su cargo al frente de la Iglesia católica, por lo que se pondrá en marcha una serie de procedimientos para que El Vaticano siga funcionando hasta la llegada del nuevo Pontífice.
Todo el proceso, conocido como sede vacante, está reglamentado paso a paso en la Constitución Universi Dominici Gregis.
En suspenso
Cualquier decisión papal queda suspendida hasta la llegada del nuevo Papa, por lo que no se podrán decretar leyes ni ser modificadas las existentes, de acuerdo con las normas contenidas en la Carta Magna vaticana.
"Mientras está vacante la Sede Apostólica, el Colegio de los Cardenales no tiene ninguna potestad o jurisdicción sobre las cuestiones que corresponden al Sumo Pontífice en vida o en el ejercicio de las funciones de su misión; todas estas cuestiones deben quedar reservadas exclusivamente al futuro Pontífice", agrega esta legislación.
Inician preparativos para Cónclave
El Cardenal Tarcisio Bertone perderá su actual título de Secretario de Estado vaticano y se convertirá en el camarlengo, es decir el sacerdote que organizará el cónclave para elegir al nuevo Papa y presidirá las reuniones previas a la elección.
Esta figura cuenta con la colaboración con tres Cardenales, que serán sorteados entre los convocados, y cambian cada tres días.
En esta ocasión, las reuniones previas se llevarán a cabo todos los días a partir del 1 de marzo y tendrán como objetivo informar a los Cardenales sobre las cuestiones más importantes que conciernen la Iglesia y los desafíos que vienen.
Los Cardenales electores estarán obligados a participar en estos mítines, salvo graves motivos de salud, so pena de excomunión.
Los mayores de 80 años podrán participar en las reuniones previas, pero no están obligados, y se les excluirá del Cónclave.
Todos los Jefes de los Dicasterios de la Curia Romana, tanto los prefectos como los presidentes arzobispos y los miembros de los mismos Dicasterios, cesarán en el ejercicio de sus cargos.
Se exceptuarán el camarlengo, el penitenciario mayor y el vicario de Roma, quienes seguirán ocupándose de los asuntos ordinarios. Éstos someterán todo lo que corresponde al Pontífice al Colegio de los Cardenales.
Este grupo fija la fecha de inicio del cónclave. Esto salvo que el Papa decida a último momento, mientras aún está en funciones, modificar las reglas del juego a través de un documento conocido como "motu propio", posibilidad que no descarta El Vaticano.
En caso de que el Papa no modifique esta ley, el encuentro se realizaría entre el 15 y 20 de marzo, como establece la citada Constitución.