Exhuman restos de Pablo Neruda y los trasladan a Santiago para peritajes

Permanecerán tres o cuatro meses fuera de su tumba bajo el análisis de un equipo internacional.

Internacionales

Agencias - 2013-04-08

Los restos del poeta chileno Pablo Neruda fueron exhumados hoy lunes para determinar si el Premio Nobel murió de cáncer o envenenado por agentes de la dictadura de Augusto Pinochet hace 40 años, informó el juez a cargo de la investigación.

El resultado de los análisis se conocerán en los próximos meses.

Las excavaciones se realizaron en uno de los patios de la casa-museo del letrado en el balneario de Isla Negra, en la costa central de Chile, donde escribió algunos de sus sonetos más famosos.

“Se van ha hacer todas las pericias que sean necesarias. En el fondo, en la parte judicial, se va a poder establecer, de acuerdo al informe que entreguen los peritos, cuál fue la causa de la muerte”, dijo el magistrado Mario Carroza a periodistas tras la labor de exhumación.

“Una vez colocada la duda en el tapete me parece que es sumamente importante dilucidarla”, dijo el juez al justificar el peritaje, resistido inicialmente por la Fundación Neruda.

Familiares del intelectual comunista, quien murió en una clínica el 23 de septiembre de 1973, depositaron una bandera chilena sobre el féretro antes que éste fuera trasladado a la capital.

El principal denunciante del supuesto asesinato, el chofer Manuel Araya, estuvo presente en el peritaje y recordó sus últimos momentos con el vate.

“Diré hasta el último día de mi vida (...) que Neruda fue asesinado, porque él no estaba para morir y si no le hubieran puesto esa inyección en el estómago no hubiera muerto”, subrayó el otrora empleado del intelectual comunista.

Por su parte, el director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, comentó que los análisis servirán para encontrar signos del cáncer a la próstata que afectaba al artista y, eventualmente, señales de la intervención de terceros en su muerte.

En total, los restos del poeta permanecerán tres o cuatro meses fuera de su tumba, bajo el análisis de un equipo internacional de expertos.

La investigación comenzó hace dos años en base a denuncias del Partido Comunista, al que pertenecía Neruda, y de su ex chofer, quien afirma que el poeta fue envenenado cuando estaba internado en la clínica Santa María, de Santiago, afectado por un cáncer de próstata.

El escritor murió el 23 de septiembre de 1973, dos semanas después del golpe militar que encaramó a Pinochet en el poder.

El ex chofer del poeta, Manuel Araya, asegura que el autor de 20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada recibió una inyección mortífera por parte de agentes de la dictadura que se infiltraron en la clínica.

“Esperamos que haya un resultado positivo porque Neruda fue asesinado. Pinochet cometió un error al mandar a asesinar a Neruda”, dijo Araya, quien aseguró que sin esa inoculación el poeta hubiera vivido mucho más tiempo a pesar de la enfermedad.

Neruda, partidario del derrocado gobierno socialista de Salvador Allende (1970-1973), planeaba viajar al exilio en México, cuando enfermó y finalmente falleció.

El abogado comunista Eduardo Contreras, quien pidió investigar el supuesto asesinato, aseguró que “Neruda era sin duda un objetivo para Pinochet”, quien asumió el poder luego del golpe del 11 de septiembre de 1973.

“Junto al presidente Salvador Allende y al cantante Víctor Jara eran símbolos del recién derrocado gobierno socialista”, opinó el ex diputado.

Contreras, quien ha procesado a cientos de represores en Chile, aseveró que hay un conjunto de indicios que “hacen razonablemente presumir una probable intervención de terceros” en la muerte de Neruda.

El abogado enfatizó que el diagnóstico de caquexia, un estado casi vegetal asociado al cáncer, es contradictorio con la actividad del poeta en ese tiempo.

El jurista, para respaldar sus palabras, recordó que incluso la prensa cercana a la dictadura atribuyó el deceso de Neruda a una inyección.

“¿Qué se le inyectó? Al parecer, dipirona con la excusa de calmar sus dolores”, se respondió el abogado, quien en el pasado interpuso cientos de querellas contra Pinochet.

Cerca de una decena de peritos chilenos y extranjeros participaron en la remoción de tierra y apertura de la lápida en la que está la urna de Neruda y de su tercera esposa Matilde Urrutia, en medio de la atenta mirada de familiares, la policía y prensa local e internacional. Entre los especialistas extranjeros que participaron en las labores se encuentran expertos provenientes de Estados Unidos, Inglaterra y Argentina, además de miembros de la Cruz Roja Internacional que actuaron como veedores.

El director del Servicio Médico Legal, Patricio Bustos, dijo que el ataúd de Neruda se encontraba en buen estado, por lo que las pericias apuntarán a buscar elementos relacionados con la enfermedad que afectó al escritor, como también la eventual presencia de sustancias tóxicas en sus restos.

Bajo la dictadura de Pinochet, que se extendió entre 1973 y 1990, unas 3 mil personas murieron o fueron desaparecidas y otras 28 mil fueron torturadas.

La exhumación de los restos de Neruda se suma a la investigación en curso sobre la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva, quien oficialmente falleció de una infección tras una operación de hernia al hiato, aunque años después surgieron denuncias de un supuesto envenenamiento de agentes de Pinochet.

El ex presidente Frei murió en la misma clínica en la que falleció Neruda. Carroza informó que en los restos de Neruda trabajarán los mismos peritos forenses que examinaron el cadáver del ex presidente Salvador Allende, en un proceso que determinó que no había sido asesinado.

Los restos de Neruda serán trasladados a Santiago para ser examinados en el Servicio Médico Legal. No se descarta que algunas muestras sean enviadas a laboratorios extranjeros para una investigación más acuciosa.

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