Costa Rica, en alerta máxima de seguridad para recibir a Obama

Las fuerzas de seguridad de Costa Rica se declararon en alerta máxima y "preparadas" para responder a "cualquier amenaza" durante la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien se reunirá este viernes en San José con los presidentes centroamericanos, informaron fuentes oficiales.

"Estamos preparados con la fuerza pública y policía municipal, tenemos diversos equipos trabajando (...). Podemos dar respuesta inmediata ante cualquier amenaza", dijo a periodistas Mauricio Boraschi, comisionado antidrogas de este país centroamericano.

Varias calles y avenidas por donde pasará la caravana de Obama --quien arribará al mediodía para una visita de 22 horas--, desde el aeropuerto hasta el centro de la capital, fueron cerradas para evitar cualquier incidente e instaladas unas 150 cámaras de vigilancia, afirmó el funcionario.

"Tenemos hasta tres perímetros (de seguridad) en ciertas zonas, donde se ubicarán los presidentes que nos visiten", agregó.

Obama discutirá en Costa Rica con los presidentes de Centroamérica el futuro de la guerra antidrogas, migración y temas económicos, entre otros aspectos de la relación entre ambos bloques.

Una de las preocupaciones de los funcionarios de seguridad costarricenses son los posibles brotes de violencia provocados por pequeños grupos llamados "anarquistas" que anunciaron protestas y que el pasado 1 de mayo se enfrentaron con la policía durante la marcha del Día del Trabajo.

"Estos grupos (anarquistas) representan una amenaza para todos, pero estamos listos para cumplir con los protocolos (de seguridad)", mencionó Boraschi, quien aseguró que se encuentran "monitoreando" las anunciadas movilizaciones que rechazan las políticas de Washington.

Las medidas de seguridad son rigurosas, además de en el aeropuerto y el hotel donde se aloja la delegación norteamericana, en el Teatro Nacional, sede de la cumbre; la cancillería, donde Obama se reunirá con la presidenta costarricense Laura Chinchilla; y el centro cultural en el que se encontrará con empresarios antes de partir el sábado a Washington.